El alcalde de Cayey, Rolando Ortiz Velázquez, se expresó el viernes en contra de las enmiendas al impuesto al inventario, calificado por uno de los integrantes de la Junta de Control Fiscal como “un impuesto tonto”.
Con la aprobación del presupuesto para el año fiscal 2023-2024, la Junta estableció lenguaje que obliga cambiar ese impuesto si quieren recibir 66 millones de dólares.
Según el alcalde de Cayey, el impuesto al inventario, no lo pagan los pequeños y medianos comercios, sino las grandes empresas. En el caso particular de la ciudad de Cayey, los ingresos por el impuesto al inventario se estiman en varios millones de dólares anuales.
“Esos son fondos que se destinan en su totalidad a servicios a las comunidades y familias necesitadas en nuestros veintidós barrios, desde el manejo y disposición de desperdicios sólidos, hasta mantenimiento de vías públicas, atención a escuelas y facilidades deportivas, entre muchas otras necesidades”, sostuvo el alcalde en declaraciones escritas.
Según, John Nixon, integrante de la Junta Fiscal, “el impuesto al inventario es un impuesto tonto que le hace daño a los puertorriqueños. La gente no puede arreglar sus carros, sus neveras, porque los negocios no tienen inventario para no pagar ese impuesto. Esta es una de las políticas fiscales más tontas que yo he visto en mi vida”.
Por su parte, el director ejecutivo de la Junta Fiscal, Robert Mujica, “nosotros no queremos afectar adversamente a los municipios, lo que queremos es arreglar el impuesto al inventario porque es dañino para los que hacen negocios en la Isla. Y por eso, pusimos las herramientas en el presupuesto para arreglar ese impuesto de una vez y por todas.
El viernes, el gobernador Pedro Rafael Pierluisi Urrutia no descartó convocar a una sesión extraordinaria para atender el proyecto pendiente en la Asamblea Legislativa, que enmienda el impuesto al inventario. En la medida, preparada por los directivos del Centro de Recaudaciones de Ingresos Municipales, se elimina el pago mensual que los comercios hacen por artículos no vendidos en inventario a un cargo anual y se cobrará el impuesto por artículo vendido en vez de aquellos que se quedan en inventario al final del mes.