Poco más de una semana después del fracaso de las negociaciones contractuales entre el servicio de correo privado UPS y el sindicato que representa a 340.000 trabajadores, UPS anunció que iniciará la capacitación de empleados no sindicalizados en Estados Unidos en caso de que estalle una huelga, que el gremio ha prometido realizar si no se llega a un acuerdo para fin de mes.
UPS señaló el viernes que la capacitación es un plan temporario que no afecta las negociaciones en marcha.
“Si bien hemos realizado grandes avances y estamos cerca de llegar a un acuerdo, tenemos la responsabilidad, como proveedores de un servicio esencial, de garantizar la entrega de los paquetes de nuestros clientes si los Teamsters (sindicato de camioneros) deciden parar”, indicó UPS.
La semana pasada, las partes se acusaron mutuamente de abandonar las negociaciones, que parecen estar en un impasse al acercarse el plazo del 31 de julio.
Los trabajadores de UPS representados por los Teamsters votaron el mes pasado a favor de autorizar el paro, y el dirigente sindical Sean O'Brien había dicho que la medida era inminente. El viernes, O'Brien se sumó a un ensayo de piquete en Brooklyn, Nueva York.
“UPS deja en claro que no ve a su fuerza laboral como una prioridad. Los ejecutivos corporativos se apresuran a jactarse del servicio líder en la industria e incluso olvidan más rápidamente a los miembros de Teamster que realizan ese servicio”, afirmaron los Teamsters el viernes. “UPS debería dejar de perder tiempo y dinero en entrenar rompehuelgas y volver a la mesa de negociaciones con una oferta económica real”.
Los Teamsters representan a más de la mitad de los trabajadores de la empresa con sede en Atlanta, siendo el contrato del sector privado más grande de Norteamérica. Hace 25 años, una huelga de 15 días de 185.000 trabajadores paralizó la empresa, de la cual dependen consumidores y pequeños negocios.
UPS ha crecido enormemente desde entonces y se ha convertido en una parte aún más integral de la economía de Estados Unidos, con consumidores que confían en la entrega rápida de la mayoría de los artículos esenciales para el hogar. Las pequeñas empresas que confían en UPS también podrían verse obligadas a buscar opciones de envío alternativas si la fuerza laboral restante de la empresa no pudiera satisfacer la demanda durante una huelga.
