El esposo de la comisionada residente, Jenniffer González, José Yovín Vargas acudió en horas de la mañana del jueves a las oficinas del Buró Federal de Investigaciones que se encuentra justo al lado del Tribunal Federal Distrito de Puerto Rico en la Avenida Chardón en Hato Rey.
La información fue reportada por Las Noticias de TeleOnce quienes indicaron que este fue junto a sus padres a radicar una querella por supuestas amenazas contra la familia.
A su salida de las oficinas no brindó expresiones a los medios que lo abordaron.
Posteriormente, el licenciado Miguel Torres, en representación del esposo de González y su madre, indicó en declaraciones escritas: “Durante el día de hoy, por iniciativa nuestra, acudimos al Negociado de Investigaciones Federales (FBI, por sus siglas en inglés) junto a los señores Vargas y la señora Llavona, para canalizar ciertas acciones que ameritan la atención de dicha dependencia. Nuestros clientes son ciudadanos privados que se encuentran ejerciendo sus derechos para proteger su vida, propiedad, reputación y dignidad, así como la seguridad de su familia. Con esto, permitimos que las autoridades, quienes tienen la autoridad sobre este asunto, sean las que determinen el curso de acción a seguir”.
En las pasadas semanas, la familia del esposo de la comisionada residente ha sido eje de controversia por una residencia ubicada en la zona de La Parguera en Lajas. Se alega que la residencia pertenece a los suegros de la comisionada residente.
A principios de este mes, la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Anais Rodríguez, reiteró que la situación se ha investigado desde su agencia y no descartó que la estructura sea demolida.
En entrevista con la estación radial WKAQ 580, Rodríguez aseguró que su agencia investiga las múltiples ilegalidades que se han cometido en la construcción de la residencia
“Ya hay una querella, ya comenzó el proceso investigativo. Ya hay un informe técnico y entonces se procede con el trámite legal de la radicación correspondiente y el Cuerpo de Vigilantes ya está con la radicación”, expresó Rodríguez.
El DRNA emitió un informe donde se confirmó que la construcción de la residencia provocó daños en el mangle de la zona de La Parguera. La estructura incluye un tablado y terraza de aproximadamente 45 pies de tablones de madera 4′ x 8′ y 30 pilotes nuevos de PVC rellenos de cemento, según el documento publicado por el programa Cuarto Poder de Wapa TV.
Tanto los mangles rojos como los negros que están cercanos al tablado construido fueron “cortados a su tronco y podados indebidamente por sus raíces superficiales o ramas primarias”.
El documento concluye que la acción realizada tiene un impacto en la reserva natural.