La violencia continuaba el lunes por tercer día seguido en un campo de palestinos en Líbano. Miembros del grupo Fatah del presidente palestino, Mahmud Abás, se enfrentaban a facciones islamistas en el lugar.
La cifra de muertos en los combates en Ein el-Hilweh había llegado a seis, según un vocero del ejército libanés, aunque algunos reportes daban cifras más altas. Dos soldados desplegados fuera del campo sufrieron heridas leves, según el coronel Fadi Abou Eid.
Pese a los intentos de partidos libaneses y algunas de las facciones palestinas de mediar un cese el fuego, “los disparos y el fuego de proyectiles no se han detenido en el campo por el momento”, dijo Adnan Rifai, miembro del comité popular que administra el campo.
El ejército libanés mantiene un control de seguridad fuera del vecindario y no suele entrar en el campo, que está bajo control palestino.
Los choques estallaron el domingo después de que milicianos islámicos mataran a tiros a un general palestino del grupo Fatah, Abu Ashraf al Armoushi, y tres escoltas cuando caminaban por un estacionamiento, según otro funcionario palestino. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los medios.
Un hombre armado no identificado intentó asesinar el sábado al extremista islámico Mahmoud Khalil, pero en su lugar mató a una persona que le acompañaba.
Más tarde el domingo, varias facciones palestinas dijeron en un comunicado conjunto que acordaron un cese del fuego durante una reunión de mediación organizada por el movimiento chií libanés Amal y el grupo armado libanés Hezbolá en Sidón. Pero el cese el fuego no aguantó.
Algunos residentes de los vecindarios de Sidón ubicados cerca del campamento huyeron de sus hogares cuando las balas perdidas alcanzaron edificios y rompieron ventanas y escaparates. El Hospital General público de Sidón evacuó a su personal y pacientes.
Un comunicado de Fatah condenó el asesinato de su responsable de seguridad y dijo que el ataque formaba parte de “un plan sangriento que ataca la seguridad y estabilidad de nuestros campos”. Prometió que los responsables rendirían cuentas.
Abás y el primer ministro libanés en funciones, Najib Mikati, emitieron sendos comunicados condenando la violencia.
El legislador libanés Osama Saad, que representa a la zona de Sidón donde se encuentra el campo, dijo a The Associated Press que las autoridades hacían “esfuerzos extraordinarios para encontrar soluciones serias, efectivas, duraderas y estables a la situación dentro del campo”.
Saad dijo que él y otros funcionarios libaneses y fuerzas de seguridad se reunirían con las facciones palestinas el lunes para buscar un cese el fuego.