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Más de cuatro años de prisión para Sixto George

El exproductor fue sentenciado a 51 meses por dos de los cargos y 24 meses concurrentes por el tercero

Esposado de muñecas y tobillos, y vistiendo un overol color arena, el exproductor y relacionista Sixto Jorge Díaz Colón, también conocido como Sixto George, fue sentenciado hoy a 51 meses de prisión por los cargos uno y tres que pesaban en su contra mientras que deberá cumplir una sentencia de 24 meses adicionales por el cargo número dos de la acusación, que se extinguirán de manera concurrente con los otros dos.

Contra Díaz Colón, quien fue sentenciado por el magistrado Francisco Besosa en el Tribunal Federal del Viejo San Juan, pesaban un cargo por intento de extorción y otro por destrucción de evidencia durante una investigación federal, por los cuales deberá extinguir la sentencia de cuatro años y tres meses, así como uno de extorción cruzando líneas interestatales, por el que cumplirá los 2 años concurrentes.

Durante sus objeciones finales, el abogado de la defensa, Rafael Castro Lang, había solicitado a la corte que la sentencia fuera de apenas 18 meses dado que el productor no tenía récord criminal previo y no representa un riesgo para la sociedad.

Sin embargo, Besosa no acogió la petición y le impuso la sentencia sugerida por el Ministerio Público.

“Este no fue un incidente aislado sino que se concretó en dos meses, así que Díaz Colón tuvo tiempo de reflexionar sobre sus actos”, aseguró el juez quien señaló además que la prueba demostró que envió un mensaje amenazante a un funcionario (Anthony Maceira) mientras leyó ese texto específico en sala.

“Díaz Colón reiteró esta amenaza pidiéndole a Maceira $300,000 y asistencia para renovar contratos públicos que lo beneficiaban directamente… la corte considera que la sentencia pedida por el Ministerio Publico es justa. Por ello, Sixto Jorge Díaz Colón será encarcelado por 51 meses por dos de los tres cargos.”, añadió y más adelante indicó que la sentencia de 24 meses por el tercer cargó se cumpliría concurrentemente.

No obstante, el juez indicó que considerando la situación económica del acusado, quien está desempleado desde 2019, no se le impondría una restitución obligatoria para la víctima (Anthony Maceira) pero dejaría un espacio de 90 días por si la víctima decidía pedirla.

Besosa preguntó a Díaz Colón si tenía alguna preferencia de alguna institución federal para extinguir su sentencia a lo que el convicto indicó que la cárcel federal de Guaynabo. No obstante, el magistrado explicó que no es posible al ese ser simplemente un centro de detención temporera.

El magistrado también indicó que recomendaría la institución penal de Pensacola, en el estado de Florida, para beneficio de las visitas de sus familiares.

Entre llantos y amenazas

Luego de emitida la sentencia, familiares de Sixto George, incluyendo a su esposa y dos hijos, se mostraron sumamente afectados, en especial los dos menores. No obstante, la actitud del exproductor durante toda la lectura de sentencia se mantuvo altiva y retante hacia la autoridad.

“Los voy a desenmascarar, los van a botar a todos”, aseguró Sixto George mirando hacia la mesa de los fiscales mientras era removido de sala.

“Te amo, papá”, gritó el hijo del ahora convicto mientras que la esposa de Sixto George rompía en llanto.

En un momento dado, durante las objeciones finales sobre los datos de la presentencia, Castro Lang tuvo que mandar a callar a Sixto George para que no continuara emitiendo comentarios sobre el proceso. Asunto al que el ahora convicto parecía hacer caso omiso.

La defensa intentó excusar el comportamiento de Sixto George en sala.

“En la mente de mi cliente, él no ha cometido ningún crimen, por ello no hay razón porque se muestre con remordimiento. Sixto Jorge tiene el derecho constitucional de decir lo que piensa. Si él cree que este juicio ha sido injusto, tiene el derecho a decirlo”, señaló Castro Lang al magistrado.

Desde que comenzó el caso, Sixto George ha sido sumamente expresivo con los medios sobre su opinión del proceso y se ha mantenido firme en que las acusaciones en su contra son un esquema para encubrir la corrupción rampante que permeaba en la administración del renunciante gobernador, Ricardo Rosselló Nevares en 2019.

“Desafortunadamente la personalidad de él (Sixto George) es bien expresiva. Él tiene el derecho a criticar al tribunal, al FBI, a los jueces, a los fiscales… él tiene ese derecho como todos nosotros. Ahora, yo creo que uno debe saber cuándo expresarse y desafortunadamente en varias ocasiones hizo expresiones en el momento equivocado”, indicó Castro Lang en un aparte con la prensa a su salida del tribunal.

“Él se hizo el trabajo más difícil para él porque como se interpretó que las críticas que él expresó públicamente violaban la ley de mordaza, pues a él lo trancaron tan pronto salió convicto en un caso donde no hubo pago de extorción”, añadió al preguntársele si la actitud de su cliente le dificultó su labor de defenderlo.

No hubo pago

Dentro y fuera de sala Castro Lang fue enfático en que se procesó a su cliente por un delito que nunca se cometió, en una reunión convocada por Maceira a instancias del FBI y que la evidencia no mostraba en ningún momento que Sixto George expresamente pidió $300,000 al entonces funcionario para detener la publicación del chat en 2019.

El nombre que constantemente fue mencionado por Castro Lang ante el magistrado fue el de Rauly Maldonado, hijo de Raúl Maldonado Gautier, quien fuera secretario del Departamento de Hacienda (DH) y luego director de finanzas (CFO) de la administración Rosselló Nevares. Según el abogado de Sixto George, fue Rauly el arquitecto de la extorción y la motivación de venganza, mientras que su cliente solo hizo su trabajo como relacionista y publicista para el colectivo donde militaba, el Partido Nuevo Progresista (PNP) advirtiéndoles sobre las intenciones de Rauly.

“Estamos castigando a Sixto Jorge por unas conversaciones que no condujeron a nada. La conversación de julio 16 (de 2019) no tiene sentido de que fuera para extorsionar porque ya los textos (del chat) se habían hecho públicos. Lo que se dijo en las reuniones con Maceira en el restaurante fue por instancia del FBI”, argumentó Castro Lang para el récord.

El veterano abogado también cuestionó la veracidad del testimonio de los agentes del FBI que aseguraron que Sixto George borró mensajes de textos incriminadores durante la entrevista que las autoridades federales le realizaron en su residencia.

“Es incorrecto decir que no se les dio a los agentes del FBI el teléfono. Ellos tenían posesión del teléfono. Maceira no tenía manera de saber el contenido de esos mensajes. Es increíble que tres agentes creyeran que Sixto estaba borrando esos mensajes frente a ellos y no le quitaran el celular”, dijo.

“Lo único que tenemos aquí es que hubo una conversación con mi acusado sobre el dinero que Rauly estaba pidiendo así que yo no sé hasta qué punto eso justifica una sentencia de 51 meses como sugiere la corte”, argumento Castro Lang.

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