Entre conversaciones con distintos sectores del país que incluyeron organizaciones comunitarias, sin fines de lucro, y los sectores agrícolas y de distribución de alimentos de la isla, transcurrió el segundo día de visita del presidente del Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes federal, Glenn William “GT” Thompson, para impulsar la inclusión de Puerto Rico en el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, en inglés).
La comisionada residente en Washington, Jenniffer González Colón, quien sirve como anfitriona del congresista en su visita a la isla, ofreció hoy a los medios un resumen del cargado itinerario de Thompson, quien regresará a Washington el próximo lunes.
La visita del congresista toma vital importancia ante la proximidad de la fecha de caducidad de la Ley Agrícola Federal (Farm Bill) el próximo 30 de septiembre, oportunidad para que Puerto Rico logre una transición del Programa de Asistencia Nutricional (PAN) al SNAP.
“Hace varios meses que vengo pidiéndole a GT que viniese a Puerto Rico para que escuchara de primera mano la importancia que tiene que Puerto Rico pueda pasar del programa del PAN al SNAP”, indicó González Colón.
“Por años se ha discutido la transición y nunca el Congreso aprueba nada que no sean los informes que hemos pedido, en esta ocasión es cuando mas cerca estamos porque se han pedido múltiples informes del Congreso a las agencias federales como el USDA, y estas han estado ayudando con asistencia técnicas a las agencias locales encargadas de la transición como lo son el Departamento de la Familia y otras”, dijo.
La comisionada residente indicó que durante la visita del congresista se incluirán visitas a las agencias gubernamentales que estarán encargadas de lograr la transición de un programa a otro, fincas de producción agrícola, organizaciones sin fines de lucro y supermercados.
“Visitaremos también un supermercado porque es importante que sepan cuánto cuesta comprar alimentos en Puerto Rico. No es lo mismo ir a un supermercado en Puerto Rico que ir a un supermercado en los Estados Unidos. Es importante que vean la diferencia en el costo y cuán caro es adquirir la canasta básica de alimentos aquí”, señaló González Colón.
“Los puertorriqueños no tienen el mismo poder adquisitivo que tienen los demás estados para comprar alimentos altos en proteínas y muchas veces compramos alimentos con un alto grado de carbohidratos y azúcar que tienen un impacto directo en la salud de las personas”, añadió.
La comisionada residente señaló que son varios temas a los que se le dará particular importancia durante la visita del presidente de la comisión como lo son los costos de producción agrícola en Puerto Rico, el costo de adquisición de productos alimentarios, de equipo además de ver de primera mano cómo ha afectado la inflación al archipiélago.
También se busca analizar la escasez de trabajadores agrícolas, el impacto de desastres naturales y cómo atraer más jóvenes hacia la industria agrícola.
“Si se incluye a Puerto Rico en el SNAP va a representar una mayor demanda de productos locales en nuestros supermercados, en lugar de su importación”, explicó la comisionada residente.
“La gente tendría mas dinero para hacer la compra en Puerto Rico. Cuando uno no tiene dinero compra no por valor nutricional sino para buscar el ahorro”, añadió.
Peligroso el Eats Act
La comisionada residente alertó, sin embargo, que se encuentra bajo la consideración del Congreso la Ley para poner fin a la supresión del comercio agrícola (Eats Act, en inglés), que busca ser incluida dentro del Farm Bill 2023.
“El problema con esa propuesta es que a la partida a la que le quita el dinero es al poder que tiene el ciudadano de comprar. Y podríamos quedarnos sin la soga y sin la cabra”, dijo González Colón.
“Lo que hace es reducir en 20 por ciento los fondos del PAN y del SNAP y no necesariamente ese ahorro iría a nuestros agricultores”, añadió.
El Eats Act tiene como objetivo despojar a los gobiernos estatales de su derecho a formular políticas en torno a la producción y fabricación de productos agrícolas dentro de sus propias fronteras. Esto pondría en peligro más de mil leyes estatales y locales existentes, eliminando la capacidad de los gobiernos locales de proteger la salud y el bienestar de sus comunidades.
Las leyes que podrían ser afectadas por el Eats Act van desde protecciones al consumidor hasta salvaguardias ambientales, regulaciones de bienestar animal, leyes de etiquetado de alimentos y otras.