A casi 4.000 metros de altura y enfrente de los nevados de la cordillera de los Andes, un lujoso barco construido con hormigón parece flotar sobre las nubes por encima de un mar de casas de ladrillo en El Alto, vecina de La Paz, la ciudad boliviana con los edificios más extravagantes.
Los internautas ya han bautizado a este barco construido en la terraza de un pequeño rascacielos como el “cholet Titanic”, aunque en la proa destaca el nombre: Crucero de los Andes.
Es la nueva atracción arquitectónica en esta joven ciudad de rostro aymara que ha encontrado su identidad urbana en coloridos edificios que recrean símbolos de las culturas tiwanakota e incaica que florecieron hace miles de años en la meseta del altiplano.
“He querido revalorizar a través de la arquitectura a una ciudad que no ha tenido una identidad urbana y cuyos habitantes en su mayoría son migrantes aymaras”, dice el arquitecto Freddy Mamami, creador de esos llamativos edificios denominados popularmente cholets (término que combina las palabras cholo y chalet) que han venido a constituirse en mansiones de una pujante burguesía aymara que hizo fortuna en el comercio informal, la principal actividad económica de esta ciudad de un millón de habitantes y vecina de La Paz, pero también con altos niveles de pobreza y marginalidad.
El cholet es un estilo de arquitectura neo-andina nacido en esta ciudad para resaltar en las fachadas los valores y símbolos de las prehispánicas. Con el tiempo las construcciones han desembocado en edificios más contemporáneos y extravagantes. Uno de esos edificios tiene a un ovni incrustado en la fachada y otros recrean superhéroes del cine.
Generalmente los cholets son salones de fiesta, pero el Crucero de los Andes busca romper esa tradición. Tiene 11 pisos, en su amplia terraza se alza el barco de cuatro pisos y su puente de mando es de un barco verdadero incluido un gran timón que tiene tallado al dios Inti (Sol). Su construcción comenzó hace siete años cuando estaba en debate una demanda internacional que había iniciado Bolivia en contra de Chile para recuperar la costa que perdió en una guerra en 1879.
“Los bolivianos llevamos en la sangre el espíritu de recuperar el mar”, mencionó Mamani.
El Crucero de los Andes parece mirar al distante Pacífico y fue entregado oficialmente el sábado. Los cuatro pisos del barco serán un restaurante con un hermoso mirador sobre la ciudad y los nevados en el barrio más comercial de El Alto. También es un hotel boutique destinado a atraer a los turistas dice su propietario Víctor Choque Flores, un emprendedor empresario de 43 años.
El edificio tiene un enorme salón de fiestas y una galería de arte que recrea la cultura Tiwanaku.
“El cholet tiene un chalet en la terraza para el disfrute de los dueños, nosotros hemos querido dar la oportunidad a todos los visitantes que puedan disfrutas de esta vista maravillosa desde el hermoso salón de un barco”, dijo Choque.