La empresa Aerostar encargada de las operaciones del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín comenzó la primera fase de un proyecto de restauración de los mangles en el área aledaña a las instalaciones en Carolina que fue afectada por el huracán María en el año 2017 con el objetivo de fortalecer los posibles efectos del cambio climático.
Según explicó el presidente de la empresa, Jorge Hernández, la primera fase del proyecto consistió en la limpieza y la consecuente recopilación e interpretación de los datos que se desprenden del análisis de los desperdicios recogidos en el área de mangle asociado a la laguna Torrecillas, en Carolina, contigua al aeropuerto.
Agregó que la segunda etapa conllevará la siembra de sobre 2,500 plántulas y árboles de mangle rojo en otras superficies impactadas por el evento ciclónico, que se realizará mediante una inversión de $100,000. La tercera fase comprenderá el mantenimiento y el monitoreo de la siembra y la sobrevivencia de los árboles por un término no menor de cinco años.
Esta primera fase de planificación forma parte de un proyecto mayor, actualmente en desarrollo con miras a iniciar las labores de siembra a principios del año 2024 y con ello, reforzar y estabilizar la costa ante las amenazas de peligros naturales.
“El aeropuerto está en una zona susceptible al aumento en el nivel del mar y al impacto de los fenómenos atmosféricos. Ese fue el caso del huracán María. Su paso por la Isla resultó en la pérdida de todos los árboles de mangle maduros que protegían la zona contigua al aeropuerto. El proyecto que hemos emprendido no solo persigue restaurar dicha zona, sino fortalecer la resiliencia del litoral, de modo que ayude a la protección de las instalaciones aeroportuarias más importantes de la Isla, así como de la infraestructura crítica y los instrumentos de suma importancia para la navegación aérea. Nuestra intención es reforzar esta importante barrera costera”, dijo Hernández.
El ejecutivo de Aerostar indicó que, en aras de hacer del aeropuerto un espacio cada vez más respetuoso y amigable con el ambiente, la empresa creó un equipo de Sostenibilidad, dirigido por Jaime Pabón, y tiene programados sobre quince proyectos enfocados en la sostenibilidad y en la mitigación de posibles daños a las estructuras y las operaciones aeroportuarias.
De acuerdo con Pabón, una treintena de empleados y voluntarios comenzaron el pasado sábado la limpieza de dos acres de árboles grandes y maduros de mangle que fueron destruidos por el huracán María. Las brigadas recogieron 325 libras de desperdicios el 25 % de la zona a restaurarse. A base de este resultado, se estima que restan sobre 1,000 libras de desechos adicionales que deben de ser atendidos como parte de las fases futuras.
Este agregó que los datos que se desprenden de la limpieza serán utilizados para las evaluaciones de vulnerabilidad y necesidad y el desarrollo de estrategias de resiliencia para el aeropuerto y la línea costera de la laguna Torrecilla y de otras zonas.
“De aquí a diciembre vamos a identificar las áreas específicas para la siembra, en lugares donde antes había mangle y ahora tienen árboles secos. El mangle rojo que vamos a sembrar crece dentro del agua, genera raíces aéreas, acumula sedimento vegetal y crea suelos”, señaló Pabón.