La salud mental de las afganas, que se han visto afectadas por las duras medidas impuestas por el Talibán desde que tomó el poder hace dos años, se ha agravado en todo el país, de acuerdo con un informe realizado por tres agencias de la ONU que fue publicado el martes.
Cerca del 70% de la mujeres declararon que sus sentimientos de ansiedad, aislamiento y depresión habían empeorado significativamente entre abril y junio, frente al 57% del trimestre anterior, según el informe de ONU Mujeres, la Organización Internacional para las Migraciones y la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán.
Las afganas fueron entrevistadas de manera virtual, presencial y en consultas grupales, así como por medio de telencuestas individuales. En total, 592 mujeres de 22 de las 34 provincias de Afganistán participaron.
Las mujeres reportaron distintos padecimientos psicológicos, como depresión, insomnio, pérdida de esperanza y de motivación, ansiedad, miedo, agresividad, aislamiento y un aumento paulatino de comportamientos de aislamiento y de pensamientos suicidas.
Al tomar el poder en 2021, cuando las fuerzas estadounidenses y de la OTAN se retiraban del país tras dos décadas de guerra, los talibanes prometieron adoptar un gobierno más moderado que su anterior periodo en el poder en la década de 1990. Sin embargo, han impuesto medidas severas, y muchas de ellas están dirigidas a las mujeres.
Han excluido a las mujeres de la mayoría de los ámbitos de la vida pública y laboral y han prohibido a las niñas de seguir con sus estudios después de la escuela primaria. Han prohibido a las afganas trabajar en organizaciones locales y no gubernamentales. En abril, la prohibición se extendió a las empleadas de Naciones Unidas.
Las oportunidades de estudiar siguieron reduciéndose, luego de que se prohibió la educación comunitaria impartida por organizaciones internacionales y las autoridades de facto -término utilizado por la ONU para referirse al gobierno de los talibanes- clausuraron con regularidad las iniciativas de escolarización a domicilio.
Afganistán es el único país en el mundo que restringe la educación femenina, y los derechos de las mujeres y la infancia de este país están en la agenda de la Asamblea General de las Naciones Unidas que se celebra esta semana en Nueva York.
Los voceros del Talibán no estuvieron inmediatamente disponibles para comentar sobre el informe difundido el martes, pero en el pasado, funcionarios talibanes hicieron referencia a la sharía, o la ley del islam, para respaldar sus políticas relativas a las mujeres y las niñas.
El mes pasado, Mohammad Sadiq Akif, portavoz del Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio del Talibán, afirmó que las mujeres pierden valor si los hombres pueden ver sus rostros descubiertos en público.
De acuerdo con el informe, entre abril y junio de 2023, el 81% de las mujeres no se había puesto en contacto en absoluto con las autoridades locales talibanes para tratar asuntos relevantes para ellas. Según el informe, esta cifra coincide con los niveles de interacción del trimestre anterior.
El 46% de las mujeres dijo que el gobierno talibán no debería de ser reconocido a nivel internacional bajo ninguna circunstancia, mientras que el 50% indicó que el reconocimiento debería de darse solo bajo condiciones específicas vinculadas a la mejora de los derechos de las mujeres. Entre ellas, la restauración de la educación y el empleo y la formación de un gobierno inclusivo.
Las mujeres manifestaron su preocupación por el hecho de que el reconocimiento sólo alentaría al gobierno talibán a seguir endureciendo sus políticas y prácticas contra las mujeres y niñas.
Las afganas instaron específicamente a la comunidad internacional a mantener las sanciones políticas y económicas contra el Talibán, incluyendo no conceder exenciones a las prohibiciones de viaje. Exhortaron a aumentar el diálogo con los talibanes en materia de igualdad de género y derechos de la mujer, incluyendo la participación de los líderes comunitarios y religiosos en los esfuerzos de concientización y sensibilización.
Las mujeres manifestaron su deseo de que se apoyen iniciativas que ofrezcan asesoramiento y servicios psicológicos, así como acceso a becas internacionales y opciones seguras de migración para que las mujeres y las niñas puedan estudiar y trabajar en el extranjero.