Una mujer que estaba en un vehículo con un hombre sospechoso de matar a una familia puertorriqueña en Illinois, murió ayer, miércoles, en el hospital tras recibir un disparo durante un accidente en Oklahoma.
La información fue confirmada por su hija y su abogado a NBC News.
Se cree que la fémina mantenía una relación con Nathaniel Huey Jr., de 31 años, sospechoso de matar a la familia puertorriqueña. Sin embargo, la familia de la fémina se comunicó con las autoridades para informar que la mujer estaba desaparecida y en peligro.
Huey y la mujer fueron identificados ayer como “personas de interés” por las autoridades.
Según las autoridades, un lector de matrículas vio un automóvil vinculado al hombre en Catoosa, Oklahoma, en las afueras de Tulsa, a unas 650 millas de la escena del crimen. Cuando los agentes supuestamente intentaron detener el vehículo, este se alejó a toda velocidad.
Posteriormente, el auto se estrelló y se incendió, cuando “los oficiales en la escena escucharon dos ruidos que se cree que eran disparos”. Los oficiales encontraron a la mujer gravemente herida dentro del vehículo y al hombre muerto a tiros en el asiento del conductor.
“La evidencia nos ha mostrado un nexo entre nuestro sospechoso y las víctimas, así como un posible motivo”, dijo a los periodistas el subjefe de Romeoville, Chris Burne
El subjefe se negó a dar más detalles sobre ese posible motivo.
“Aunque Huey es identificado como sospechoso, ésta sigue siendo una investigación activa y en evolución”, según un comunicado de la policía. “Esta parte del incidente aún se está desarrollando”.
Fue el pasado domingo cuando la familia de dos adultos puertorriqueños, sus dos hijos de 10 y 7 años y sus tres perros fueron hallados muertos con heridos de bala en su casa ubicada en Romeoville, Illinois.
Según reportó CNN en Español, las autoridades están investigando el incidente como un asesinato, destacaron este lunes durante una rueda de prensa el subjefe del Departamento de Policía de Romeoville, Chris Burne.
Las víctimas adultas fueron identificadas como Alberto Rolón, de 38 años, y Zoraida Bartolomei, de 32 años, y los dos niños eran varones de 10 y siete años, según la Oficina del Forense del condado de Will.
Los agentes fueron enviados a la casa para realizar un control de bienestar luego de que uno de los miembros de la familia no se presentara a trabajar el domingo y las llamadas de los familiares no fueron contestadas, lo que provocó preocupación, dijo Burne.
La Policía cree que los disparos se produjeron en algún momento entre las 9 de la noche del sábado y las 5 de la madrugada del domingo.
“No estamos pidiendo a nadie que se refugie en su lugar. No estamos buscando activamente a nadie en la zona, pero siempre pedimos a nuestros residentes que tengan un buen sentido de la autoconciencia y que informen de cualquier cosa que puedan ver como sospechosa”, enfatizó Burne.
Los niños asistían a la escuela primaria R.C. Hill, según un mensaje publicado por la superintendente del distrito, Rachel Kinder, quien calificó sus muertes como un “acto sin sentido de violencia armada”.
“Este incidente violento y las pérdidas seguramente suscitarán muchas emociones, preocupaciones y preguntas en toda nuestra comunidad escolar”, indicó Kinder.
Actualmente, la escuela está ofreciendo recursos de salud mental y asesoramiento a sus familias, según el mensaje.