La búsqueda de un sospechoso de balear de muerte a un juez de Maryland continuaba el domingo por cuarto día mientras las autoridades completaban el registro de una zona en donde fue hallada la camioneta del presunto asesino.
Pedro Argote, de 49 años, es sospechoso de matar a tiros en la entrada de su casa al juez Andrew Wilkinson de la Corte de Circuito, horas después de que fallara en su contra en un caso de divorcio, señalaron funcionarios.
El Departamento de Policía del condado Washington indicó el sábado que la camioneta Mercedes-Benz plateada que se cree que Argote conducía fue encontrada en un área boscosa en Williamsport, a unos 13 kilómetros (8 millas) al suroeste de Hagerstown, en donde el juez fue baleado. El domingo, la policía publicó en Facebook que las autoridades concluyeron su búsqueda en la zona de Williamsport.
“No hay más información que indique que Argote todavía esté en el área cercana”, dijo el Departamento de Policía, y exhortó a cualquiera que tenga información sobre su paradero a que contacte a las autoridades.
Wilkinson, de 52 años, fue baleado el mismo día en que le entregó la custodia de los hijos de Argote a su esposa. El jefe de policía del condado Washington, Brian Albert, dijo que fue un “ataque selectivo”.
Albert indicó que agencias policiales locales, estatales y federales participan en la búsqueda. El Servicio Federal de Alguaciles ofrece una recompensa de hasta 10.000 dólares por información que conduzca al arresto de Argote.
El Servicio de Alguaciles indicó que Argote tiene vínculos en varias zonas fuera de Maryland, incluidos Brooklyn y Long Island, Nueva York; Tampa y Clearwater, Florida; Columbus, Indiana; y Carolina del Norte.
En años recientes, jueces en todo Estados Unidos han sido blanco de amenazas y violencia esporádica. El presidente Joe Biden aprobó el año pasado una ley para ofrecer protección constante a las familias de los jueces de la Corte Suprema, luego de que se filtrara un boceto de opinión de la corte que revocaba el fallo del derecho al aborto establecido tras el caso Roe vs. Wade, lo que desató protestas frente a las casas de los jueces conservadores del máximo tribunal.
