Luego de dramáticas expresiones por parte de la familia de Keishla Rodríguez Ortiz, el exboxeador Félix Verdejo fue sentenciado a pasar el resto de su vida en prisión por la muerte de la joven embarazada.
El juez federal Pedro Delgado Hernández, al seguir los estatutos federales, impuso dos cadenas perpetuas a Verdejo, quien resultó convicto de dos de los cuatro cargos que enfrentaba: secuestro resultando en la muerte de una persona y muerte de una criatura no nacida.
El convicto enfrenta también multas de entre entre $50,000 mil y $250,000.
Tras los testimonios de la hermana, madre y padre de Keishla, quien hubiese cumplido 30 años en los próximos días, la fiscalía pidió al juez que impusiera las penas de forma consecutiva.
“Han sido dos crímenes insensibles. El alambre, el bloque y el ahogamiento. Destruyó a una familia y la suya cambió para siempre. No hay forma de revertir eso. Hoy las víctimas han hablado desde su corazón. Han estado viviendo con dolor. Están emocionalmente drenados”, expresó el juez Delgado Hernández antes de declarar que Verdejo será entregado al buró de prisiones y cumplirá las cadenas perpetuas consecutivamente.
“Se le hizo justicia a la nena”, expresó la madre de Keishla, Keila Ortiz, al salir del tribunal. Ortiz sostuvo que siempre estuvo segura de que Verdejo iba a ser sentenciado a dos cadenas perpetuas.
La vista de sentencia comenzó a las 2:00 de la tarde cuando Verdejo entró a la sala. Estaba encadenado de pies y manos y vestía mameluco crema. Fue ubicado entre sus abogados mientras que seis alguaciles estuvieron cerca del convicto.
Al iniciar la vista de sentencia, Bereliz Rodríguez, hermana de Keisha, se dirigió al tribunal y procedió a leer una carta de su hijo Alex. “Jamas mis cumpleaños fueron los mismos desde que ella no esta. Me da pena por sus mascotas. Era dulce, inteligente y de buen corazón. Mi mamá me recuerda que mi tía y su bebé están en el cielo”, leía parte de la carta.
Luego, la hermana de la víctima se dirigió al juez. “Mi dolor me llevó al desespero de querer quitarme la vida. Pero si mis padres decidieron continuar aquí, luchando por los que quedan incluida Keishla [...] Más importante, puedo ver a esta persona que me destruyó la vida cómo paga por eso”, sostuvo la mujer, cuya dramática alocución provocó varias objeciones por parte de la defensa que fueron rechazadas por el juez.
Bereliz le habló entonces a Verdejo. “Yo te estaba esperando en casa para que me ayudaras a buscarla y no llegaste nunca. ¿Qué ganaste con todo esto? ¿Por no quedar mal con quién? ¿Qué carrera no querías perder? Tú sabes lo noble que era ella. No tenías que llegar a eso. Solamente dejarla en casa, oíste. Tú sabes que yo fui la de siempre. Que ella era la chica de caserío pero de ese caserío tú no salías buscándola”.
La hermana de Keishla también se dirigió a la defensa de Verdejo, a la que imputó denigrar a la víctima, lo que llevó al licenciado Jason González a levantar una objeción.
“Licenciado, lo lamento, pero tengo que defenderme. Usted conoció a Félix Verdejo los otros días, yo lo conozco de toda la vida. Si usted tiene hijas Dios las libre de encontrarse con un Félix Verdejo”, expresó Bereliz.
La madre de Keishla, Keila Ortiz, procedió entonces a dirigirse al juez. “Cómo ha pasado el tiempo, me arrebataron a mi hija y a mi nieto de la manera más cobarde. Me la golpearon, me la amarraron y me la mataron. Esa persona es un criminal y una amenaza para la sociedad. Se lo puede hacer a cualquier otra mujer”, expresó.
Mientras la madre de Keishla ser dirigía al tribunal, Verdejo mantenía su mirada hacia al frente. “No es justo que una madre tenga que pasar lo que estoy pasando, no es justo tener que llevar flores a un panteón en un cumpleaños, no es justo”, lamentó Ortiz.
A Verdejo, le reclamó entre lágrimas por la muerte de su hija. “¿Por qué le hiciste eso a mi hija, por qué? Por qué? Eres un abusador... eres un asesino, Keishla vive en mi corazón con mi nieto. Pero tú a cada cárcel que vayas vas a ser un asesino”. Finalmente, al juez Delgado Hernández le expresó: “que Keishla sea su hija y mi nieto, el de todos”.
José Rodríguez, padre de la víctima, también se dirigió al tribunal. “Cómo comenzar a decirle que me arrancaron a mi primogénita, mi primer amor, mi Keishla. Jamás pensé vivir lo que vivo por gente cobarde. El cobarde se ensañó tanto con mi hija que acabó con su vida. No sabe el daño que tanto el como Cádiz provocaron”, manifestó.
“Fuiste casi mi hijo, te vi crecer, te cogí en hombros y mira cómo nos pagaste, por miedo? ¿Por quedar bien con quién? Solo eso lo sabes tú”, sostuvo el padre de Keishla. “La última vez que la vi, la vi flotando, por tu culpa. ¿Qué corazón tienes? Tú no amas a nadie, ni a tu familia”.
Finalizada la alocución, el juez se dirigió a Verdejo y le indicó que podía expresarse. Su defensa dijo que no lo haría.
Protesta a favor de Verdejo
Antes de que se dictara la sentencia, en las afueras del Edificio federal en Hato Rey, sede del Tribunal de Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico, un puñado de manifestantes, presuntamente allegadas a Verdejo, realizaron una manifestación alegando la inocencia del expúgil y reclamando su libertad.
La madre de Rodríguez Ortiz, al llegar al lugar para estar presente durante la lectura de sentencia, arremetió contra las féminas. “¡Asesino, asesino, asesino. Siempre lo dije desde el día 1, asesino! Abochórnate de estar ahí pará”, expresó Keila Ortiz Rivera.
Crimen que estremeció Puerto Rico
El cuerpo de Rodríguez Ortiz fue hallado en la Laguna San José el 29 de abril de 2021.
Verdejo fue hallado culpable por un jurado luego de un juicio durante el cual el Ministerio Público federal, representado por los fiscales Jeannette Collazo y Jonathan Gottfried, presentó 31 testigos en un espacio de 13 días a lo largo del proceso, que incluyeron a los padres de la víctima y a su hermana.
También testificó la patóloga del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) que realizó la autopsia del cuerpo y determinó que Keishla había sido lanzada a la laguna San José desde el puente Teodoro Moscos cuando aún se encontraba con vida.
En un extenso periodo de argumentaciones, los fiscales destacaron varias relaciones extramaritales de Verdejo Sánchez y mostraron al púgil como un hombre inseguro, infiel, que maltrataba y manipulaba a la víctima.
Por otro lado, el testigo estrella de la Fiscalía, el coacusado de los hechos, Luis Cádiz, quien alcanzó un acuerdo de culpabilidad con el Ministerio Público, declaró sobre la manera en que Keishla fue secuestrada, drogada, golpeada, amarrada y lanzada a la laguna por él y Verdejo Sánchez.
Mientras, la Defensa del púgil, a cargo de los abogados Jason González y Gabriela Cintrón, presentó a nueve testigos que incluyeron a la hermana del exboxeador, una empleada del auto expreso, un exentrenador del atleta y personal del ICF.
Durante el proceso judicial, los abogados de Verdejo Sánchez intentaron minar la credibilidad del testigo estrella de la Fiscalía, el coacusado Luis Cádiz, así como levantar duda razonable sobre las versiones de varios de los testigos del Ministerio Público. La Defensa aseguró que la Fiscalía sentó a varias personas en la silla de los testigos buscando dañar la reputación del púgil sin haber logrado probar su culpabilidad.