Aunque fomentar la utilización de vehículos eléctricos suele figurar en los planes de cualquier país que desee aumentar el uso de fuentes de energía renovables y reducir los combustibles fósiles, en Puerto Rico este mercado parece continuar rezagado al comparar el empuje que han mostrado otras jurisdicciones.
El archipiélago, a pesar de ser un país de poca extensión, se posiciona en los primeros lugares de los países con más vehículos per cápita en el mundo. Sin embargo, de 4.3 millones de automóviles reportados por la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), apenas 4,000 de ellos son eléctricos.
Más paradójico resulta que el problema de almacenamiento de energía para apoyar el esfuerzo de convertir a Puerto Rico en un país 100 por ciento renovable para 2050 podría tener una solución en el incremento de vehículos. Así lo aseguró Javier Rúa Jovet, jefe de política pública de la Asociación Solar y de Almacenamiento de Energía de Puerto Rico (SESA, en inglés), durante un aparte con Metro en la Cumbre 2023 de esa organización realizada en el Hotel San Juan de Isla Verde.
El otrora presidente de la Junta Reglamentadora de Comunicaciones –hoy Negociado de Telecomunicaciones de Puerto Rico– explicó que, a pesar de que aún falta por que los autos eléctricos penetren el mercado local, la llegada de estos vehículos alternativos representa un importante avance para Puerto Rico ya que podría resolver el problema de almacenamiento de energía renovable en Puerto Rico.
“El tema de solar y baterías de carros eléctricos es un gran tema convergente. Para nosotros los carros eléctricos son realmente baterías bien grandes sobre ruedas”, explicó Rúa Jovet. “Eso quiere decir que las baterías de los carros eléctricos pueden hacer todas las funciones que hace una batería residencial y más, porque son más grandes y baratas en escala”.
“Una batería residencial exitosa hoy que pueda tener 10 kilovatios por hora (Kwh) puede costar unos $10,000, mientras que la batería de una guagua Ford F-150, por ejemplo, es 125 Kwh, y el carro vale $45,000″, añadió.
El experto en energía solar y almacenamiento dijo que la transición de vehículos de combustión interna a vehículos eléctricos es imparable y aseguró que ya existen varios grandes manufactureros de autos apostando al mercado de autos eléctricos con el propósito de, eventualmente, eliminar la fabricación de autos de combustión.
Rúa Jovet indicó que algunos de estos manufactureros, como la Volkswagen en Alemania, esperan estar produciendo únicamente automóviles eléctricos para 2026.
El portavoz de SESA hizo hincapié en que la introducción de un mercado de automóviles eléctricos es sumamente positiva para el sector de energías renovables y almacenamiento de esta.
“Puerto Rico ya empezó hace poco, el 31 de octubre, el programa de Respuesta a la Demanda de Emergencia de LUMA, o sea plantas virtuales o VPP. Esto no es otra cosa que si LUMA tiene un déficit de generación, llama a uno de los agregadores (Tesla, Sunrun, Sonova, Fortress) y les indica, por ejemplo, que necesita una descarga coordinada de baterías por media hora, estos pueden proveerla. Eso equivale a una planta pico de energía limpia construida ya y disponible, fundamentalmente gratis porque ya está construida, on demand”, indicó.
“Las baterías de los carros eléctricos pueden hacer eso también. Esas son las aplicaciones de Vehicle to Home, Vehicle to Grid, que no es otra cosa que la capacidad de los carros eléctricos de hacer transacciones a tu hogar, hacia la red, en operaciones similares a la medición neta y otras, o a plantas virtuales”, añadió.
Robustecer y fomentar
No obstante, Rúa Jovet reconoció la necesidad de robustecer la red eléctrica ante la demanda inicial que puede traer una proliferación de autos eléctricos en Puerto Rico así como incentivar la compra de estos vehículos haciéndolos atractivos para los compradores.
Rúa Jovet recordó además que el 15 de noviembre de 2021 el presidente Joe Biden firmó la Ley de Inversión de Infraestructura y Trabajo que atiende una gran variedad de asuntos y, entre ellos, estipula expandir la red nacional de estaciones de carga para vehículos eléctricos.
Para ello la ley establece dos tipos de subvenciones que en total ascienden a $7,500 millones asignados a la Administración Federal de Carreteras (FHWA, en inglés), bajo la sombrilla del Departamento de Transportación Federal (DOT, en inglés).
El primero, el programa de Infraestructura Nacional de Vehículos Eléctricos (NEVI, en inglés), al cual Puerto Rico es elegible, busca la instalación de estaciones de recarga eléctrica a lo largo de la red nacional de carreteras; mientras que el segundo, el programa de Infraestructura de Recarga y Servicio de Combustible (CFI, en inglés) pretende colocar infraestructura de combustibles alternativos como hidrógeno, gas natural, propano y, por supuesto, electricidad.
La primera fase del proyecto estuvo enfocada en la creación de estaciones de recarga en las carreteras PR-52 de San Juan a Ponce, la PR-2 de Ponce a Hatillo, y la PR-22 de Hatillo a San Juan. Para la segunda fase, la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) propuso las carreteras estatales PR-3, 53, 54 y 66, que aún esperan ser aprobadas.
Sin embargo, el único incentivo vigente en Puerto Rico para la compra de estos vehículos es una exención de arbitrios de importación para automóviles eléctricos e híbridos, pero ello solo hasta que el territorio cumpla con la meta del 10 % anual en ventas de estos vehículos.
Más eficientes
A pesar de que aún la tecnología de automóviles eléctricos no ha impactado considerablemente el mercado en Puerto Rico, y que los vehículos de este tipo todavía no están a precios accesibles para el público en general, Rúa Jovet apostó a que ello cambiará rápidamente en los próximos años dada las ventajas y eficiencia de los vehículos eléctricos y, obviamente, su cero impacto al medioambiente.
“Esto no va a ser automático pero va a ser rápido. Estos vehículos son tan eficientes que, incluso cargando un carro eléctrico en el rate más caro de la red, resulta mucho más barato que cargarlo con gasolina. Y con todo que la luz es cara en Puerto Rico”, aseguró el portavoz de SESA.
Rúa Jovet aseguró que al precio de la electricidad en Puerto Rico cargar la batería de un auto eléctrico –que rinde unas 200 millas por carga– tiene un costo aproximado de $13 de electricidad.
Por su parte, Gabriel De Paz, Gerente de Cuentas Gubernamentales y de Infraestructura de flotas de vehículos eléctricos de Ford, quien participó como orador de la Cumbre 2023 de SESA, abundó sobre la eficiencia de los vehículos eléctricos en comparación con los de combustión.
El ejecutivo enfatizó en la versatilidad y practicidad de estos vehículos que apenas utilizan piezas mecánicas para su desempeño.
“En primer lugar no hay motor. Dependiendo de la marca y el modelo, hay entre un 60 y un 90 por ciento menos de piezas móviles en un vehículo eléctrico que en un motor de combustión interna. El costo del servicio y el costo del mantenimiento bajan considerablemente. Cuando se analiza la eficiencia de un motor de gasolina, ésta cubre entre un 15 y un 25 por ciento de eficiencia.
“Entonces, si miramos el equivalente a un vehículo eléctrico, la eficiencia cubre entre el 87 y el 91 por ciento”, añadió.
Lentos en el mercado
No obstante, De Paz reconoció que Estados Unidos, al igual que Puerto Rico, se encuentran rezagados en este mercado de vehículos eléctricos frente a otras jurisdicciones mundiales.
“El crecimiento ha sido algo lento, pero ya se está mostrando un crecimiento exponencial. Nos llevó diez años llegar al primer millón de vehículos eléctricos vendidos en Estados Unidos, sólo dos años más para llegar al segundo millón y otro año para llegar a los 3 millones de vehículos. Así que, mientras hablamos, estamos en el camino de vender otro millón en Estados Unidos”, aseguró. “En Europa hay alrededor del 20 por ciento de penetración del mercado mientras que en China es alrededor del 30 por ciento. Aquí en Estados Unidos rondamos el 10 por ciento, por lo que todavía estamos en una etapa incipiente”, añadió.
Sin embargo, De Paz aseguró que estudios recientes han determinado la posibilidad de tener unos 42 millones de automóviles eléctricos transitando en las avenidas de Estados Unidos y Puerto Rico para 2030.