El día de hoy, domingo 26 de noviembre, se cumplieron 50 días desde que comenzó la guerra de Israel contra el grupo islamista Hamás tras el ataque perpetrado por la organización terrorista el pasado 7 de octubre.
El ataque dejó más de 1,400 muertos en Israel, y 240 personas fueron secuestradas y llevadas como rehenes a la Franja de Gaza.
Desde lo sucedido, las familias y amistades de las personas secuestradas han exigido que sean regresados con vida a sus hogares, una petición que se ha hecho realidad durante los últimos cuatro días de tregua luego del cese de fuego.
Como una válvula de escape ante el dolor y la tragedia, familiares, amigos y ciudadanos en general, han adaptado una plaza pública con obras de arte de diversos artistas, música en vivo y performances, entre otros paliativos artísticos al dolor provocado.
Expertos y analistas israelíes afirman que no existe ciudadano israelí que no conozca a una víctima de los acontecimientos del 7 de octubre. Ariel Goldgewicht, exmilitar quien sirvió 25 años como oficial en la unidad de élite de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) “Duvdeván”, afirma que el ataque del 7 de octubre fue peor que la tragedia del 11 de septiembre para Estados Unidos; de ahí el sentimiento de trauma colectivo.
La denominada “Plaza de los Rehenes” es la explanada de la Biblioteca Pública de Tel Aviv, la más grande de la ciudad. En su interior, se reunieron cerca de 100 mil personas el sábado 25 de noviembre, para celebrar la segunda liberación de rehenes por parte del grupo terrorista Hamás. Actualmente se puede ver a personas cantando, dejando un mensaje de apoyo a los familiares o reconociendo a personas de entre las fichas de búsqueda.
Manuela Rodstein, ciudadana de origen argentino y cuya amiga, Vivian Silver, fue secuestrada por Hamás el 7 de octubre, explicó que en la “Plaza de los Rehenes” ha encontrado un espacio de apoyo, que le permite llevar a flote su dolor.
“Es realmente angustiante. Hasta el último momento no sabemos si los implicados van a ser liberados o no. Estamos negociando con un grupo que valora muy poco la vida humana”, señaló en declaraciones a Publimetro.
“Nosotros pensamos que este es un conflicto muy complejo y no hay que tomar partido. No es un partido de fútbol. Esto lo tenemos que resolver todos juntos, también pensando las necesidades de los chicos de Gaza. No tiene que haber hambre ahí, que los chicos no sufran”, añadió.
Al ser cuestionada sobre hasta cuándo se mantendrán en el campamento de la Plaza de los Rehenes, Manuela respondió: “Hasta que sea liberado el último rehén”.
Cuestionada sobre el impacto que el arte puede tener para enfrentar el dolor, Rodstein, integrante activa de Mujeres por la Paz, reflexionó: “Todos queremos estar con las familias: los artistas, los cantantes. Nosotros acá parados, abrazando a las familias. Todos queremos ayudar. Estar juntos, con la gente que uno quiere, ayuda a superar esto”, concluyó.