El coordinador de Recuperación por Desastre de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), José Baquero, informó hoy, domingo, la asignación de sobre $786 millones de dólares a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) para reemplazar cerca de 1.5 millones de contadores por daños tras el paso del huracán María.
“Los fondos forman parte de las asignaciones bajo la Estrategia de Obligación Acelerada de FEMA (FAASt, en inglés) para la Autoridad. Estos contadores darán mayor transparencia a los clientes sobre el servicio que reciben. La infraestructura, además, apoyará al gobierno a cumplir sus metas sobre política pública energética, según los estatutos federales y locales”, dijo Baquero en declaraciones escritas.
Estos tendrán una infraestructura de medición avanzada (AMI, en inglés), una tecnología bidireccional que recopila información detallada de los contadores para todas las áreas de servicio de la AEE.
“La infraestructura de medición avanzada mejorará la operación del sistema eléctrico, así como las métricas y el conocimiento de la Autoridad y los clientes para atender problemas de seguridad y situaciones irregulares durante futuros eventos atmosféricos. Los contadores inteligentes también permitirán una lectura en tiempo real para que los clientes puedan estar al tanto sobre la calidad del voltaje”, añadió.
El proyecto que aprobó FEMA establece que habrá una mejor detección de las interrupciones del servicio de energía, así como un estimado más preciso del periodo de interrupción para los clientes afectados. Asimismo, los contadores inteligentes proveerán información para detectar fallas con enchufes calientes o cables caídos, por ejemplo, y así enviar equipo de asistencia de ser necesario.
Por otra parte, la tecnología de infraestructura de medición avanzada facilitará la integración de las microrredes para restaurar el servicio con recursos de energía alterna. Al identificar la capacidad de servicio en áreas con problemas, se podrán proveer puntos de interconexión para una mejor distribución de recursos y así reducir interrupciones que genera la demanda energética.
