Israel siguió adelante con su ofensiva en Gaza el domingo luego que una serie de tiroteos, incluidos los de tres rehenes que estaban sin camisa y ondeando una bandera blanca, plantearon dudas sobre su conducta en una guerra de 10 semanas que ha dejado muerte y destrucción sin precedentes en el enclave costero.
Gaza permaneció bajo un apagón de comunicaciones por cuarto día consecutivo —el más largo de varios apagones en el transcurso de la guerra, que según los grupos de ayuda complican los esfuerzos de rescate después de los bombardeos y hace aún más difícil monitorear el número de víctimas civiles de la guerra.
Por su parte, el gobierno de Israel recibió llamados a un alto el fuego por parte de algunos de sus aliados europeos más cercanos y protestas de israelíes que exigen que negocie otro acuerdo de liberación de rehenes con los gobernantes de Hamás en Gaza.
Las autoridades israelíes podrían enfrentar mayor presión para que reduzca las operaciones de combate cuando el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, visite Israel esta semana. Washington ha expresado un creciente malestar por las víctimas civiles y el desplazamiento masivo de 1,9 millones de palestinos —casi el 85% de la población de Gaza— aun cuando ha brindado apoyo militar y diplomático vital a su aliado cercano.
La guerra aérea y terrestre ha arrasado vastas zonas del norte de Gaza y ha obligado a la mayor parte de la población a dirigirse a la parte sur del territorio asediado, donde muchos están hacinados en refugios y campamentos de tiendas abarrotados.
Israel sigue atacando lo que cataloga como objetivos militantes en todas partes de Gaza. Ha prometido continuar las operaciones hasta desmantelar a Hamás, que desencadenó la guerra con su ataque del 7 de octubre al sur de Israel, en que milicianos mataron a 1.200 personas, en su mayoría civiles. Israel también ha prometido devolver a los aproximadamente 129 rehenes que aún se encuentran retenidos en Gaza.
Oficiales militares dijeron el sábado que los tres rehenes que fueron abatidos por error por las tropas israelíes habían tratado de indicar que no representaban ningún peligro. Fue el primer reconocimiento de este tipo por parte de Israel de haber causado daño a rehenes en una guerra que, según dice, tiene como objetivo en gran medida rescatarlos.
Los tres rehenes, todos de unos 20 años, fueron asesinados el viernes en el área de Shijaiyah, en la ciudad de Gaza, donde las tropas están involucradas en feroces combates con Hamás. Un oficial militar israelí dijo que el comportamiento de los soldados iba en contra de las reglas de enfrentamiento del ejército y estaba siendo investigado al más alto nivel.