Un jurado el miércoles halló culpables a un varón y una joven de asesinar a una adolescente transgénero en el noroeste de Inglaterra meses atrás, en un ataque a puñaladas que la policía calificó de “horrendo”.
Brianna Ghey, de 16 años, recibió 28 heridas con un cuchillo de caza en la cabeza, el cuello, el pecho y la espalda a plena luz en un parque de la población de Warrington, a donde la atrajeron el 11 de febrero.
La pareja condenada, identificados como Niña X y Varón Y, tienen 16 años, pero tenían 15 en el momento del crimen. Ambos negaron matar a Ghey y se culparon mutuamente.
Un jurado de siete hombres y cinco mujeres los halló culpables tras un juicio de cuatro semanas en el tribunal de Manchester, después de deliberar durante una hora y 40 minutos.
“Ustedes probablemente no anticiparon que deberían asistir a un caso emocionalmente tan difícil como este”, dijo la jueza Amanda Yip al jurado.
En el juicio se testimonió que los dos eran inteligentes y les fascinaba la violencia, la tortura y la muerte. Habían planificado el ataque durante semanas, lo habían descrito detalladamente por escrito y en mensajes telefónicos hallados por los detectives. También habían hablado de matar a otros.
“Este fue un asesinato sin sentido cometido por dos adolescentes obsesionados con el asesinato”, dijo el agente investigador Nigel Parr, de la policía de Cheshire. “Brianna confiaba en la acusada, la traicionó alguien a quien llamaba amiga”.
La jueza Yip dijo que no pronunciará la sentencia esta semana. Dijo que la prisión perpetua es obligatoria, pero que aguardará los informes de los psicólogos para decidir cuál será la pena mínima de prisión que deberán cumplir antes de poder solicitar la libertad bajo palabra.
“Francamente, no creo que haya una gran diferencia en el desenlace al sentenciar, pero dadas sus edades y las circunstancias inusuales del caso, me parece correcto tener toda la información disponible”, acotó.
Ninguno de los acusados reaccionó visiblemente al escuchar el veredicto.
Niña X habló con su asistente social y miró de reojo a sus padres cuando salía de la sala, en tanto Varón Y, que evita todo contacto visual, no miró a su madre cuando se lo llevaban del banquillo con su libro de juegos Sudoku.
A él le han diagnosticado trastorno del espectro autista y no puede hablar. Ella tiene características de autismo y trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Fuera del tribunal, la madre de Brianna dijo que sus victimarios no demostraron “un gramo de remordimiento”, pero pidió empatía y compasión para sus familias.
“Echamos tanto de menos a Brianna, nuestra casa parece desierta sin sus risas”, dijo Esther Ghey. “Saber lo asustada que debía de estar mi niña valiente cuando estaba sola en ese parque con alguien a quien llamaba amiga me perseguirá para siempre”.