La policía de Serbia disparó gases lacrimógenos para impedir que cientos de partidarios de la oposición ingresaran el domingo al Ayuntamiento de la capital en protesta por supuestas irregularidades en las elecciones del fin de semana pasado.
Las autoridades populistas del país niegan haber manipulado la votación y aseguran que las votaciones para elegir al Parlamento y cargos locales fueron justas. El presidente Aleksandar Vucic dijo el domingo que las acusaciones eran “mentiras” descaradas promovidas por la oposición política.
Vucic también sugirió que los disturbios fueron instigados desde el extranjero. Dirigiéndose a la nación durante la protesta frente al Ayuntamiento de Belgrado, llamó a los manifestantes “matones” que no lograrían desestabilizar el Estado y dijo: “Esto no es una revolución”.
“No lo conseguirán”, afirmó Vucic. “Estamos haciendo todo lo posible con nuestra reacción tranquila para no herir a los manifestantes” que acudieron a protestar pacíficamente.
Policías antidisturbios se atrincheraron dentro del Ayuntamiento en Belgrado y dispararon gases lacrimógenos mientras cientos de manifestantes rompían ventanas del edificio.
Los manifestantes gritaban “Abran la puerta” y “Ladrones”, mientras también arrojaban huevos al edificio. Algunos corearon “Vucic es Putin”, comparando al presidente serbio con el líder de Rusia.
No hubo informes inmediatos de heridos.
Los resultados de las elecciones del 17 de diciembre mostraron la victoria del Partido Progresista Serbio de Vucic tanto en las elecciones parlamentarias como en Belgrado. El principal oponente del partido, la alianza Serbia Contra la Violencia, dijo que le habían robado la victoria, especialmente en la capital.
La votación ha causado tensiones políticas en la problemática nación balcánica, que busca vínculos estrechos con Rusia, pero también la membresía en la Unión Europea.
Serbia Contra la Violencia dijo en una carta enviada el jueves a las instituciones, funcionarios y países miembros de la UE que no reconocería el resultado de las elecciones.
La alianza pidió a la UE que haga lo mismo e inicie una investigación.