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Netanyahu dice que guerra seguirá por “muchos meses más” gracias a nueva venta de armas de EEUU

El Ministerio de Salud en Gaza anunció el sábado que más de 21,600 palestinos han muerto a causa de la ofensiva aérea

El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo el sábado que la guerra de Israel contra Hamás en Gaza seguirá por “muchos meses más”, ignorando los persistentes llamados a un cese del fuego por parte de la comunidad internacional ante el creciente número de víctimas, hambruna y desplazamientos masivos entre los civiles dentro del asediado territorio.

Netanyahu agradeció al gobierno estadounidense por su continuo respaldo, incluida la aprobación de una nueva venta de emergencia de armas, la segunda de este mes, y por evitar una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que buscaba un cese de fuego inmediato. Israel argumenta que ponerle fin a la guerra en este momento sería una victoria para Hamás, una postura que Washington comparte, aunque al mismo tiempo instó a Israel a tomar más medidas para evitar el daño a los civiles palestinos.

En el campo de batalla, aviones de combate israelíes atacaron el sábado los campos urbanos de refugiados de Nuseirat y Bureij, en el centro del territorio, mientras las fuerzas en tierra se adentraron en la ciudad de Jan Yunis, en el sur.

El Ministerio de Salud en Gaza anunció el sábado que más de 21,600 palestinos han muerto a causa de la ofensiva aérea y terrestre de Israel desde el ataque de Hamás del 7 de octubre en el sur de Israel. La dependencia, la cual no distingue en su conteo entre civiles y combatientes, señaló que 165 palestinos perdieron la vida en las últimas 24 horas. Dijo que alrededor del 70% de ellos era mujeres y niños.

La cifra de soldados israelíes muertos en combate en Gaza aumentó a 170 después de que las fuerzas armadas anunciaron dos nuevos decesos el sábado.

La guerra ha desplazado a cerca del 85% de los 2.3 millones de residentes de Gaza, donde un gran número de personas busca resguardarse en zonas designadas por Israel que de igual forma han sido bombardeadas. Los palestinos han quedado con la sensación de que no existe un lugar seguro dentro del pequeño territorio.

Ante la expansión de la ofensiva terrestre de las fuerzas israelíes esta semana, decenas de miles de palestinos más se desplazaron hacia la hacinada ciudad de Rafah, en el extremo sur de Gaza.

Miles de tiendas de campaña y casas improvisadas han aparecido a las afueras de Rafah, cerca de almacenes de Naciones Unidas. Los desplazados llegaron a Rafah a pie o a bordo de camiones y vehículos con colchones apilados. Quienes no han podido encontrar lugar en los albergues han instalado tiendas de campaña a un costado de los caminos.

“No tenemos agua. No tenemos comida suficiente”, dijo Nour Daher, una mujer desplazada, en el campamento. “Los niños se despiertan por la mañana y quieren comer, quieren tomar agua. Nos tomó una hora encontrarles agua. No pudimos traerles harina. Incluso cuando quisimos llevarlos a los baños, nos tomó una hora de caminata”.

En el campo Nuseirat, el residente Mustafa Abu Wawee dijo que un ataque impactó la vivienda de uno de sus familiares, dejando dos personas muertas.

“La ocupación (israelí) está haciendo todo lo posible para obligar a las personas a irse”, dijo vía telefónica mientras ayudaba a buscar a cuatro personas desaparecidas entre los escombros. “Quieren doblegarnos, pero fracasarán. Estamos aquí para quedarnos”.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, informó al Congreso de que aprobó una venta de equipos por importe de 147,5 millones de dólares, que incluye fusibles, cargas y cebadores, necesarios para fabricar los proyectiles de 155 mm que Israel ya había adquirido de antemano, dijo el Departamento de Estado el viernes.

Fue la segunda vez este mes que el gobierno del presidente Joe Biden pasó por alto al Congreso para aprobar una venta urgente de armas a Israel. Blinken tomó una decisión similar el 9 de diciembre al aprobar la venta a Israel de casi 14.000 cartuchos de munición para tanques valorados en más de 106 millones de dólares.

Ambas decisiones llegan mientras el pedido de Biden para un paquete de ayuda de cerca de 106.000 millones para Ucrania, Israel y otras necesidades de seguridad nacional sigue estancado en el Congreso, atrapado en un debate sobre la política migratoria estadounidense y la seguridad fronteriza. Algunos legisladores demócratas han sugerido supeditar el posible paquete de 14.300 millones a su aliado en Oriente Medio a la adopción de medidas concretas del gobierno de Netanyahu, para reducir las víctimas civiles en Gaza durante la guerra con Hamás.

Blinken, quien ha viajado en varias ocasiones a Oriente Medio durante la guerra, tenía previsto volver a Israel y a otros países de la región en enero. Las autoridades federales han instado a Israel a que empiece a optar por operaciones más dirigidas en lugar de un combate de alta intensidad, pero señalaron que no impondrán un plazo.

Netanyahu dijo que Israel necesita más tiempo.

“Como lo dijo el jefe del Estado Mayor Conjunto esta semana,a la guerra seguirá por muchos meses más”, declaró en una conferencia de prensa televisada el sábado. “Mi política es clara. Seguiremos luchando hasta que hayamos alcanzado todos los objetivos de la guerra, primero que nada la aniquilación de Hamás y la liberación de todos los rehenes.

Más de 120 rehenes continúan en Gaza después de que los combatientes tomaron a más de 240 durante su incursión del 7 de octubre que también causó la muerte de alrededor de 1.200 personas, en su mayoría civiles.

Netanyahu también discrepa con Washington sobre quién debe gobernar Gaza después de la guerra. Ha rechazado la idea que respalda Estados Unidos de que un gobierno palestino unificado debería quedar al frente de Gaza, y partes de la Cisjordania como precursor para un eventual Estado. En su lugar, el premier ha insistido en que Israel mantenga un control sobre la seguridad en Gaza, sin especificar cuál sería el siguiente paso.

Familiares de los rehenes y sus simpatizantes le han exigido al gobierno que dé prioridad a la liberación de rehenes sobre los demás objetivos de la guerra, y han organizado grandes protestas cada fin de semana, incluida una el sábado.

Egipto, uno de los mediadores entre Israel y Hamás, ha propuesto un plan de varias etapas que daría inicio con un intercambio de rehenes por prisioneros, acompañado de un cese del fuego temporal, similar al intercambio y tregua de una semana de noviembre pasado.

Hamás insiste en que la guerra debe terminar antes de discutir cualquier liberación de rehenes. Osama Hamdan, alto funcionario de Hamás en Beirut, reiteró esa postura el sábado, pero también declaró a The Associated Press que “por el momento no hemos dado una respuesta final” a la propuesta de Egipto.

Cuestionado sobre reportes de un posible progreso para un acuerdo, Netanyahu puntualizó el sábado que “vemos una posibilidad, tal vez”, pero no quiso elevar las “exageradas expectativas”.

Más de una semana después de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía la entrega de ayuda humanitaria sin obstáculos en toda la Franja, las condiciones no han hecho más que empeorar, de acuerdo con las agencias de Naciones Unidas.

Según los responsables humanitarios, la ayuda que entra el enclave sigue siendo insuficiente y su distribución se ve obstaculizada por las largas demoras en dos pasos fronterizos, los continuos combates, los ataques aéreos israelíes, los repetidos cortes en los servicios de internet y telefonía y el colapso de la seguridad, lo que dificulta la protección de los convoyes.

Casi toda la población depende por completo de la ayuda humanitaria externa, indicó Philippe Lazzarini, director de UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. Una cuarta parte de la población pasa hambre debido al escaso número de camiones con comida, medicamentos, combustible y otros productos que llegan — a veces menos de 100 al día, según los reportes de la institución.

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