Un grupo de más de 100 residentes de la ciudad fronteriza rusa de Belgorod evacuaron a una zona más alejada de la frontera ucraniana, según las autoridades locales.
“En nombre del gobernador regional, Vyacheslav Gladkov, recibimos a los primeros vecinos de Belgorod que decidieron moverse al lugar más seguro. Más de 100 personas se instalaron en nuestros centros de alojamiento temporal”, indicó en Telegram Andrey Chesnokov, responsable del distrito de Stay Oskol, unos 115 kilómetros (71 millas) de Belgorod.
Ataques ucranianos en Belgorod mataron a 25 personas el 30 de diciembre, según las autoridades locales, y el fuego de cohetes y drones continuó durante la semana.
Entre tanto, el personal militar ruso celebró el domingo la Navidad ortodoxa. El Ministerio ruso de Defensa dijo que los capellanes militares habían liderado servicios religiosos en el frente tanto el domingo como en Nochebuena.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se reunió con familias de militares muertos en la guerra en Ucrania en servicios religiosos en su residencia de Novo-Ogaryovo, en las afueras al oeste de Moscú.
“Muchos de nuestros hombres, nuestros valientes hombres heroicos, son guerreros de Rusia incluso ahora, durante las fiestas... con armas en la mano defienden los intereses de nuestro país”, dijo a los familiares asistentes, según el servicio de prensa del Kremlin.
En Ucrania, las defensas antiaéreas derribaron 21 de 28 drones lanzados por Rusia durante la noche, indicó el domingo la fuerza aérea ucraniana. Rusia también lanzó tres misiles antiaéreos contra Ucrania.
La ciudad sureña de Jersón sufrió numerosos ataques de artillería desde zonas ocupadas por rusia en la región del mismo nombre, al otro lado del río Dniéper, según autoridades locales. El responsable del gobierno municipal de Jersón, Roman Mrochko, dijo que dos personas habían muerto en los ataques y varias resultaron heridos.
