Un hombre en un auto con placas israelíes fue muerto a tiros en una ajetreada intersección en Cisjordania el domingo, horas después de un violento enfrentamiento en otra parte del territorio dejó muertos a siete palestinos y a un miembro de la patrulla fronteriza israelí.
La víctima en el carro fue luego identificado como un palestino, residente de Jerusalén. Se presume que los atacantes lo confundieron con un israelí debido a las placas del vehículo. Los milicianos palestinos han perpetrado numerosos ataques contra israelíes en Cisjordania a lo largo de los años, y las fuerzas israelíes calificaron el hecho del domingo como uno de esos ataques.
El servicio de rescate Maguen David Adom informó que los asaltantes dispararon contra el parabrisas del carro. Los rescatistas, añadió, hallaron al hombre inconsciente dentro del vehículo.
Las fuerzas israelíes registraban la zona en busca del atacante. La prensa israelí reportó que las fuerzas hallaron un auto abandonado que al parecer fue usado en el ataque y que el agresor huyó a pie.
Horas antes, estalló un enfrentamiento cuando efectivos israelíes buscaban bombas en el camino en Yenín, un poblado que tiene al lado un campamento de refugiados con el mismo nombre, en el norte de Cisjordania.
Una bomba estalló cerca de un vehículo de la fuerza israelí, matando a una mujer policía e hiriendo a otros tres efectivos, informó la policía.
Un helicóptero militar israelí estaba atacando a palestinos que estaban lanzando explosivos contra vehículos israelíes, y extrajo a los efectivos israelíes, informó el ejército. Siete palestinos murieron en el hecho, según el Ministerio de Salud palestino.
Mujahhid Nazal, médico de una clínica cercana, dijo que escuchó “una fuerte explosión” y corrió al lugar. “Fue una situación caótica, había hombres jóvenes en el suelo”, relató.
En el funeral de seis de los muertos en Yenín, cuatro de los cadáveres estaban envueltos en banderas verdes de Hamás, el grupo radical palestino que lleva tres meses enfrascado en una guerra contra Israel en Gaza. Los otros estaban cubiertos con una bandera palestina y otro con la bandera amarilla del grupo Fatá, que es rival de Hamás.
Los acontecimientos siguieron a un pronunciado aumento de los operativos militares y restricciones israelíes en Cisjordania durante la guerra en Gaza.
También ha aumentado la violencia contra palestinos por parte de colonos israelíes en el territorio, según Naciones Unidas.
Según el Ministerio de Salud palestino, las fuerzas israelíes han matado a 330 palestinos en Cisjordania desde el ataque de Hamás del 7 de octubre, en que unas 1,200 personas murieron y 250 fueron secuestradas.
La mayoría de los palestinos cayeron en tiroteos con fuerzas israelíes que habían ido a Cisjordania a arrestar a milicianos palestinos, según fuerzas israelíes.