Varios legisladores de Alabama empezaron a buscar formas de proteger los servicios de fecundación in vitro (FIV) del estado, luego que varios centros interrumpieran el tratamiento a raíz de una sentencia de la Corte Suprema de Alabama que dictaminó que los embriones congelados pueden ser considerados niños en virtud de una ley estatal.
Enfrentados a una ola de indignación por la decisión, los legisladores prepararon propuestas separadas en la Cámara de Representantes y el Senado que tratarán de impedir que un óvulo fecundado sea reconocido como vida humana o niño no nacido bajo las leyes estatales hasta que se implante en el útero de una mujer.
Los jueces dictaminaron la semana pasada que tres parejas que tenían embriones congelados que quedaron destruidos en un percance en una instalación de almacenamiento podrían presentar demandas por homicidio culposo por sus “hijos extrauterinos”. Los jueces alegaron una disposición radical que la Legislatura controlada por el Partido Republicano y los votantes agregaron a la Constitución de Alabama en 2018 diciendo que el estado reconoce los “derechos del niño no nacido”.
El líder de la minoría del Senado, el demócrata Bobby Singleton, dijo que los republicanos ayudaron a crear la situación en su impulso para promulgar algunas de las leyes antiaborto más estrictas del país. El resultado, dijo, fue la eliminación de una opción para que las personas se conviertan en padres.
“Al final de cuentas, el Partido Republicano tiene que ser responsable de lo que han hecho”, dijo Singleton.
El expresidente Donald Trump se unió el viernes a los llamados para que los legisladores de Alabama actúen y dijo que “apoyará firmemente el acceso a la FIV”.
Los legisladores republicanos del estado dijeron que estaban trabajando en una solución.
“Los ciudadanos de Alabama creen firmemente en la protección de los derechos de los no nacidos, pero el resultado de la sentencia de la Corte Suprema del estado niega a muchas parejas la oportunidad de concebir, lo cual es una contradicción directa”, declaró el presidente de la Cámara de Representantes, Nathaniel Ledbetter.
El senador estatal republicano Tim Melson, que es médico, dijo que su propuesta pretende aclarar que un óvulo fecundado es una “vida potencial” y no una vida humana hasta que se implanta en el útero.
“Sólo trato de encontrar una solución para la industria de la fecundación in vitro y proteger a los médicos, pero al mismo tiempo ponerla a disposición de las personas que tienen problemas de fertilidad y desean tener una familia”, dijo Melson.
El líder de la minoría en la Cámara de Representantes, el demócrata Anthony Daniels, presentó una ley para aclarar que “un óvulo humano o un embrión humano que exista en cualquier forma fuera del útero no se considerará, bajo ninguna circunstancia, un niño no nacido” según la ley estatal.
“Éste es sólo el primer paso para salir de este aprieto en que se ha metido nuestro estado”, declaró Daniels.
Melson dijo que no le sorprendía que el estado estuviera viendo consecuencias imprevistas del contenido de la Constitución. Sus partidarios afirmaron que su objetivo era bloquear el aborto si los estados llegaban a controlar la cuestión. Pero los opositores advirtieron que era esencialmente una medida para otorgar el estatus de “ser persona” que establecerá “derechos constitucionales para los óvulos fertilizados”.
La gobernadora de Alabama, Kay Ivey, dijo que el estado quiere fomentar una cultura de la vida y eso incluye a “las parejas que esperan y rezan para ser padres y que utilizan la FIV”.
El secretario de Justicia estatal de Alabama, Steve Marshall, no tiene intención de procesar a los proveedores de FIV o a las familias basándose en la sentencia de la Corte Suprema del estado, indicó la abogada jefe Katherine Robertson en un comunicado.
La sentencia del tribunal, que asimila los embriones a un niño o a un feto en gestación en virtud de la ley de homicidio culposo, planteó interrogantes sobre las responsabilidades legales a que podrían enfrentarse las clínicas durante los procesos de FIV, incluida la congelación, las pruebas y la eliminación de los embriones. Tres proveedores de FIV de Alabama interrumpieron sus servicios a raíz de la sentencia.
A Gabby Goidel, que estaba a días de una esperada cita para la extracción de óvulos, le comunicaron el jueves que su proveedor no seguirá realizando transferencias de embriones.
“Empecé a llorar”, contó Goidel, que rápidamente viajó con su marido a Texas para intentar continuar el ciclo de FIV con un proveedor de allí. La sentencia de Alabama “no favorece a la familia en modo alguno”, afirmó Goidel.
En el Instituto de Fertilidad del Norte de Alabama, el médico Brett Davenport afirmó que su clínica seguirá ofreciendo FIV. Pero también instó a los legisladores estatales a actuar y eliminar la incertidumbre para los proveedores.
“Lo que hacemos no puede ser más provida. Intentamos ayudar a las parejas que de otro modo no podrían concebir un hijo”, declaró Davenport.
Según Mary Ziegler, historiadora jurídica de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Davis, el tribunal dictaminó únicamente que los embriones están amparados por la ley de Alabama sobre homicidio culposo.
El tribunal no dijo que los embriones tuvieran plenos derechos constitucionales, dijo, o al menos no todavía.
“Creo que la gente de Alabama espera, con razón, que esto sea la punta del iceberg y que esta sentencia conduzca a más en el futuro”, declaró Ziegler.
También dijo que los grupos antiabortistas y los políticos han estado presionando para conseguir algún tipo de fallo a través de los tribunales federales “que un feto es titular de derechos constitucionales”.
“No se trata sólo de in vitro ni sólo de Alabama. También forma parte de este movimiento nacional”, sostuvo.