Fiscales federales presionaron a una jueza federal el viernes con el fin de que programe un juicio para este verano en el caso de documentos secretos que enfrenta el expresidente Donald Trump, mientras que los abogados defensores intentaron postergarlo hasta después de las elecciones de este año en Estados Unidos.
La jueza de distrito Aileen Cannon no fijó una fecha durante la crucial audiencia de varias horas en Fort Pierce, Florida, en la que estuvo presente Trump, aunque sí se mostró escéptica de que pueda iniciarse un juicio sobre el caso en el plazo solicitado por los fiscales.
La decisión sobre la fecha del juicio es clave, ya que determinará si el expresidente —que también encabeza las preferencias para obtener la nominación presidencial republicana de 2024— se enfrenta a un jurado antes de las elecciones de noviembre por los cargos de que guardó documentos ultrasecretos en su mansión de Mar-a-Lago en Florida y los ocultó a los investigadores del gobierno. Dada la gravedad de las acusaciones y la amplitud de la evidencia que los fiscales dicen haber acumulado, el caso de los documentos ha sido considerado desde hace tiempo como el más riesgoso jurídicamente de los cuatro procesos penales que Trump enfrenta este año.
Durante meses el caso estuvo programado para ir a juicio el 20 de mayo, pero hace meses Cannon dio a conocer que tenía la intención de reconsiderar esa fecha. Ante ello, ambas partes presentaron propuestas rivales esta semana que en teoría podrían derivar en que Trump vaya a juicio en algún momento este verano... o nunca en este año.
“Este caso puede ser juzgado este verano”, dijo el fiscal Jay Bratt, miembro del equipo del fiscal especial Jack Smith, que ha presionado para que el juicio se lleve a cabo el 8 de julio.
Los abogados defensores, por el contrario, sostienen que no hay manera justa de que haya un juicio imparcial este año, en una época en que Trump busca asegurarse la candidatura presidencial republicana, pero no obstante han ofrecido el 12 de agosto como posible fecha para que comience la selección del jurado.
“Creemos firmemente que un juicio que tiene lugar antes de las elecciones es un error y no debería ocurrir”, dijo el abogado Todd Blanche. “La solución fácil es empezar este juicio después de los comicios”.
Aunque no dictaminó inmediatamente, Cannon insinuó que no veía que el caso estuviese a punto de ir a juicio, y les dijo a los abogados que “queda mucho trabajo por hacer”.
Trump, que en el pasado ha tenido intercambios combativos con jueces, se sentó en silencio durante los argumentos del viernes y parecía escuchar atentamente, a veces susurrando con su equipo jurídico. Smith también estaba presente, al igual que los dos coacusados con Trump: su mayordomo Walt Nauta y el administrador de Mar-a-Lago, Carlos De Oliveira.
La fecha del juicio ha adquirido una importancia adicional a la luz de la incertidumbre que rodea a otro caso federal en Washington, en el que se acusa a Trump de conspirar para anular las elecciones presidenciales de 2020. La Corte Suprema dijo esta semana que escucharía los argumentos a finales de abril en torno a si Trump, en su calidad de expresidente, es inmune a ser enjuiciado, dejando sin aclarar si ese caso —también interpuesto por Smith— podría ir a juicio antes de las elecciones.
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Tucker informó desde Washington.