El expresidente brasileño Jair Bolsonaro dijo el sábado no tener “miedo de ningún juicio” un día después que unos documentos publicados por el Supremo Tribunal Federal del país revelaron que dos altos mandos militares afirmaron que el exmandatario conspiró para mantenerse en el poder tras perder las elecciones de 2022.
Bolsonaro evitó hacer comentarios sobre el contenido de las diversas investigaciones en su contra, pero afirmó que era víctima de una “persecución” por causar problemas a la izquierda política del país. En febrero, las autoridades confiscaron el pasaporte de Bolsonaro.
“Podría perfectamente estar en otro país, pero decidí volver aquí a toda costa. No tengo miedo de ningún juicio, siempre y cuando los jueces sean imparciales”, dijo Bolsonaro en Río de Janeiro, hablando en un acto de campaña en la contienda por la alcaldía de la ciudad.
Los documentos judiciales incluían testimonios de dos excomandantes del Ejército y la Fuerza Aérea a la policía, quienes dijeron que rechazaron las demandas del exmandatario y que lo arrestarían si intentaba mantenerse en el poder.
Los testimonios incluyen las primeras menciones directas del líder derechista como participante activo en una conspiración para ignorar los resultados de las elecciones de octubre de 2022 ganadas por su rival, el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Al mismo tiempo que se revelaba la nueva información, Bolsonaro parecía estar viajando a diferentes ciudades del estado de Río de Janeiro, publicando videos en X, antes Twitter. El asediado político aparecía rodeado de multitudes de seguidores que le aclamaban y vistiendo la camiseta amarilla de la selección de fútbol de Brasil, que se ha convertido en un emblema de su febril movimiento de derecha.
Las declaraciones no hicieron más que añadirse a una creciente pila de problemas legales para Bolsonaro, ya que los fiscales tratan de encontrar vínculos entre el líder de ultraderecha y los disturbios del 8 de enero de 2023 en los que se destrozaron edificios gubernamentales en la capital, Brasilia, una semana después de la toma de posesión de Lula.
Bolsonaro ha negado las acusaciones de que él y sus seguidores intentaran dar un golpe de Estado durante los ataques de 2023.