Las autoridades mexicanas localizaron otras 16 personas que fueron raptadas hace dos días junto a medio centenar de habitantes de la ciudad noroccidental de Culiacán —capital del estado de Sinaloa— donde el domingo fue asesinado un guardia nacional en medio del fuerte operativo que mantienen las fuerzas de seguridad para rescatar a los secuestrados.
El hallazgo fue anunciado por el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, que indicó en su cuenta de la red social X, antes Twitter, que ya suman 58 personas liberadas, de las cuales 36 son adultos y 22 niños.
Las autoridades anunciaron el sábado la localización de 42 plagiados que formaban parte del grupo de 66 personas que fue detenido el viernes durante una serie de secuestros masivos que sacudieron Culiacán.
Rocha no ofreció detalles de cómo y dónde se logró la localización de las 58 personas secuestradas, y sólo informó que aún se mantienen ocho personas como desaparecidas.
El secretario de Seguridad Pública estatal, Gerardo Mérida, dijo que ninguna de las víctimas liberadas el sábado quiso declarar o presentar una denuncia, pero indicó que independientemente de ello la Fiscalía intentará avanzar en el proceso de investigación.
Para atender la emergencia generada por los secuestros masivos, las autoridades federales enviaron el viernes a Sinaloa dos batallones de fuerzas especiales, integrados por más de 600 militares, para participar en las acciones de búsqueda de las personas desaparecidas. Al operativo se sumaron otros 300 uniformados y un batallón de la Guardia Nacional.
Mérida informó que la madrugada del domingo fue asesinado un guardia nacional y otro resultó herido durante un enfrentamiento armado con presuntos delincuentes en Culiacán.
La Fiscalía de Sinaloa dijo en un comunicado que abrió nueve carpetas de investigación por los eventos ocurridos entre el viernes y sábado en los que se reportó la desaparición de varias familias, algunas de las cuales ya han sido localizadas.
Los secuestros se dieron un día después del asesinato de tres personas, que fueron calcinadas y dos de ellas degolladas, en la sierra de Badiraguato, en Sinaloa, presuntamente por integrantes de grupos criminales.
Culiacán y otras ciudades de Sinaloa han sido escenario en los últimos años de violentos incidentes que han protagonizado miembros del poderoso Cártel de Sinaloa que tiene esa región como su bastión, aunque sus células operan en diferentes estados de México.
En enero del año pasado los habitantes de Culiacán vivieron difíciles momentos luego de la recaptura de Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien fue extraditado ocho meses después a Estados Unidos para enfrentar un proceso por narcotráfico y lavado de dinero.
La detención Guzmán López dejó una treintena de muertos y más de medio centenar de heridos y desencadenó numerosos bloqueos de vías y ataques armados, entre ellos los que tuvieron lugar en el aeropuerto de capital y una base aérea militar.
Los eventos hicieron evocar a muchos habitantes de Culiacán la violenta jornada que se vivió el 17 de octubre de 2019, conocida como “culiacanazo”, cuando la ciudad fue tomada por miembros del Cártel de Sinaloa para liberar a Ovidio, que sólo estuvo capturado algunas horas.