Para Henry Correa, presidente de la Asociación de Comerciantes del poblado de Boquerón, el balneario de Boquerón es la vena arterial del comercio en la zona, así como un icono tanto para el disfrute de turistas como del sector local.
Correa, quien lleva frecuentando la zona hace más de 25 años y ha operado su negocio en el poblado por los últimos 12 años, recordó cuando el balneario estaba en su esplendor, con todas las cabañas operativas y una gran afluencia de personas.
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“La diferencia es mucha comparado a cuando tienes un balneario donde, cuando está en su tope lleno—estamos hablando de, entre villas y cabañas, que son sobre 300— eso tiene un impacto ahí que, cuando eso está lleno, tienes ahí de 2,000 a 3,000 personas”, contó el comerciante.
Sin embargo, tras los huracanes Irma y María, en 2017, y Fiona, en 2022, lo que aseguran ya era un área poco mantenida por el gobierno estatal, terminó en críticas condiciones.
Al respecto, el alcalde de Cabo Rojo, Jorge Morales Wiscovitch, señaló que “antes de María estaba abandonado. María y Fiona lo remataron”.
Debido a la importancia que representa el espacio para el municipio, tanto Morales Wiscovitch y la Asociación, así como un grupo de 450 voluntarios unieron esfuerzos el año pasado para revitalizar las facilidades del balneario mediante la actividad Boquerón 2.0.
Así, el municipio se mantuvo firme en sus continuos reclamos para obtener la administración del área, de forma que pudiesen asegurar su mantenimiento diario.
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“Ejercimos una presión pública respetuosa a mi gobierno. Yo soy del gobierno del gobernador Pedro Pierluisi, pero hicimos una presión bien fuerte, y (con) reuniones en Fortaleza, y se logró el objetivo”, sostuvo el primer ejecutivo municipal.
Este mes, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) llegó a un acuerdo de colaboración con el municipio de Cabo Rojo, bajo el cual le cede la administración de la mayoría de los edificios, el estacionamiento y las áreas verdes, comunes y deportivas del balneario de Boquerón.
En cuanto a las cabañas que permanecen en la zona, Morales Wiscovitch aclaró que, aunque la petición incluía su traspaso, debido a su mal estado, se necesitará un esfuerzo mayor previo para su reparación.
El alcalde comunicó que se identificaron unos fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) que el gobierno estatal utilizará para las reparaciones de unas 290 cabañas, y, posteriormente, se transferirá su mantenimiento al municipio.
Por su parte, la secretaria del DRNA, Anaís Rodríguez Vega, destacó que este tipo de pacto con los ayuntamientos ha permitido reforzar la plantilla de personal necesario para administrar dichas áreas.
“Lo que aspira el Departamento es que cada uno de estos espacios sean coadministrados para que, al final del día, estén en las mejores condiciones para el uso y disfrute de cada uno de los ciudadanos y los turistas que nos visitan; sea en manos del Departamento, o sea en manos municipales”, dijo la jefa de agencia.
“Por eso es que hay que hacer un ejercicio con conciencia y un ejercicio inteligente de que a quien se le está cediendo la administración cuenta con la capacidad económica, cuenta con el personal necesario y cuenta con el capital para hacer las mejoras de infraestructura de manera inmediata”, añadió.
Entre los municipios que han firmado acuerdos colaborativos con el Departamento para la administración de sus balnearios se encuentran Toa Baja, Vieques, Añasco y Fajardo.
Peticiones infructuosas y esfuerzos continuos
Mientras tanto, otros municipios, como Vega Alta y Guánica, también han reclamado, por los pasados años, la transferencia de sus balnearios, que consideran abandonados por la agencia gubernamental.
La alcaldesa de Vega Alta, María Vega Pagán, ha peticionado infructuosamente, desde 2021, el traspaso, al municipio, de la administración del balneario Cerro Gordo.
“Es una situación de que Recursos Naturales pues lamentablemente no tiene en condiciones el inventario que tiene, no solamente en Vega Alta, sino en todas las facilidades que administra. Ejemplo de ello, que también tienen el bosque en Vega Alta, y que también tiene dinero en FEMA y que ahora mismo no se encuentra en las mejores condiciones también porque no hay personal”, estableció la primera mandataria municipal.
La alcaldesa compartió que, entre los planes que tiene para revitalizar el área, se encuentra restaurar las intalaciones existentes y añadir nuevos servicios, como apartamentos vacacionales y un restaurante ecoamigable.
“Nosotros queremos hacer glamping, camping, campers y un restaurante ecoamigable, y seguir promoviendo el deporte como lo hemos hecho con Recreación y Deportes estatal, que hemos hecho eventos a nivel isla de competencia de todas las modalidades deportivas en playa, como lo es el beach tenis, judo en playa, waterpolo, softbol de playa, entre otros”, desglosó la funcionaria.
La secretaria del DRNA aseguró que se han identificado recursos bajo FEMA y la Ley del Plan de Rescate Americano (ARPA, por sus siglas en inglés) para la reconstrucción de los balnearios, incluyendo el de Cerro Gordo, para el cual ya se han lanzado varias solicitudes de propuestas.
Además, la funcionaria especificó que se adquirió la maquinaria específica diseñada para tratar y trabajar el manejo del sargazo en dicho espacio.
En Guánica, el alcalde Ismael Rodríguez Ramos se encuentra en una situación similar, pues persistió en su reclamo de que el balneario Caña Gorda pase a manos del municipio.
“El balneario recibió daños por los terremotos y el huracán María, pero mucho más daño por el huracán Fiona por la marejada, que entró al balneario”, explicó, al mismo tiempo que indicó que el espacio ha permanecido cerrado durante cuatro años.
No obstante, Rodríguez Ramos estableció que un acuerdo colaborativo, similar al que alcanzó el municipio de Fajardo con el DRNA, no resultaría costo efectivo para su ayuntamiento, por lo que recurrirá a la Legislatura para solicitar que el traspaso del balneario se efectúe mediante legislación.
“Ya estamos en Semana Santa y todavía está cerrado por procesos burocráticos de la agencia”, dijo el primer ejecutivo municipal.
La jefa de la agencia gubernamental ilustró que el balneario Caña Gorda sufrió graves daños a consecuencia de los terremotos que impactaron la zona en 2020, y la erosión costera severa.
Sobre el estatus de las reparaciones, Rodríguez Vega sostuvo que “estamos solamente en espera de la reparación de la línea sanitaria para poder abrir al público. No se pudo abrir al público porque sería irresponsable no contar con el sistema sanitario en orden”.
Tanto el municipio de Guánica como el de Vega Alta argumentan que son más efectivos en la gestión y solución de problemas diarios de los balnearios, y esperan obtener el apoyo necesario para recuperar estos espacios, que son claves para el turismo y los comercios colindantes.
A su vez, la secretaria del DRNA afirmó que la agencia continúa atendiendo las mejoras y el mantenimiento de los balnearios con la urgencia y responsabilidad necesaria.
“No es abrir por abrir espacios para que estén abiertos, sino que, cuando abran cada uno de estos espacios, las personas que nos visiten cuenten con las mejores instalaciones y de eso nos estamos asegurando”, puntualizó Rodríguez Vega.