KIEV (AP) — Drones ucranianos atacaron una de las mayores refinerías de Rusia y una fábrica de drones en la provincia rusa de Tartaristán, dijeron las autoridades rusas el martes, en lo que parece el ataque de Kiev que más se ha adentrado en el territorio ruso desde que comenzó la guerra hace más de dos años.
En el ataque a las instalaciones cerca de las ciudades de Yelabuga y Nizhnekamsk, a unas 745 millas al este de Ucrania resultaron heridas 12 personas, según autoridades regionales rusas.
En meses recientes, las refinerías y terminales petroleras rusas han sido una prioridad para los ataques ucranianos con drones, mientras se intensifican los ataques en territorio ruso.
Los desarrolladores ucranianos de drones han ampliado el alcance de las armas durante meses, mientras Kiev intenta compensar su desventaja en armamento y tropas en el campo de batalla. Los vehículos aéreos no tripulados también son una opción barata mientras Ucrania espera recibir más ayuda militar estadounidense.
Oficiales de seguridad e inteligencia ucranianos dijeron que atacaron “un sitio de producción de drones” en Yelabuga, Tartaristán, utilizando drones de largo alcance producidos en Ucrania. Tartaristán es conocida por su alto nivel de industrialización, y según informes, en una fábrica cerca de Yelabuga se han construido drones de exploración Shahed, de diseño iraní.
Autoridades ucranianas también dijeron que los servicios de inteligencia participaron en un ataque nocturno contra la refinería de Nizhnekamsk.
Los oficiales hablaron con The Associated Press bajo la condición del anonimato al no estar autorizados para hacer comentarios públicos. Se trata de una reivindicación infrecuente, ya que los oficiales de Kiev normalmente declinan comentar sobre los ataques en territorio ruso, aunque en ocasiones se refieren indirectamente a ellos. La AP no pudo verificar independientemente sus afirmaciones.
Rusia utiliza drones Shahed para bombardear Ucrania, incluyendo importantes andanadas en las que se han desplegado hasta 90 unidades a la vez en un intento de superar las defensas aéreas.
Las autoridades de Tartaristán señalaron que el ataque no afectó la producción industrial, mientras que el alcalde de Nizhnekamsk dijo que el intento de ataque a la refinería fue frustrado por las defensas aéreas.
El ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, dijo que Kiev trataba de desviar la atención de sus derrotas militares al intentar atacar en territorio ruso “para persuadir a sus patrocinadores occidentales de que sigue siendo capaz de confrontar al ejército ruso”.
El vocero del Kremlin, Dmitri Perkov, dijo que el ejército ruso ya realiza acciones para fortalecer sus defensas contra tales ataques.
“El ejército trabaja para minimizar la amenaza y, finalmente, eliminarla totalmente”, dijo en una conferencia telefónica con reporteros.
Por su parte, la fuerza aérea ucraniana dijo el martes que interceptó a nueve de los 10 drones Shahed lanzados por la noche por Rusia en el más reciente ataque contra la red eléctrica del país.
Tales ataques también han cobrado la vida de civiles. Volker Türk, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo el martes que en la guerra han muerto más de 10,500 civiles ucranianos y más de 20,000 han resultado heridos.
“El conflicto se empantana y se prolonga cada vez más, y está marcado por oleadas recurrentes de ataques, como se vio en todo el país la semana pasada”, dijo en un discurso.