El gobernador, Pedro Pierluisi Urrutia, junto al director ejecutivo de la Autoridad de los Puertos de Puerto Rico (APPR), Joel Pizá Batiz, y el comandante del Grupo de Trabajo VIPR de la División del Atlántico Sur del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE, por sus siglas en inglés), coronel Charles Decker, anunciaron este miércoles el inicio de los trabajos de construcción del proyecto para dragar, profundizar y ensanchar la Bahía de San Juan a un costo de más de $62 millones de dólares.
El proyecto facilitará el desarrollo de la actividad economía marítima mediante la expansión de operaciones de carga, combustible y de cruceros.
“La Bahía de San Juan es nuestro puerto más importante y sin duda es un epicentro comercial y estratégico en toda la cuenca del Caribe. Hoy con mucho entusiasmo anunciamos que la compañía Curtin Martin Corporation comenzará los trabajos del tan esperado dragado. Este abarcador proyecto incluye la profundización de los canales Anegado y Army Terminal; el ensanchamiento del canal del Army Terminal; y la expansión del canal San Antonio. Esto permitirá grandes avances en las maniobras de atraque de buques, cargueros, barcazas y cruceros, lo que genera ahorros en la transportación marítima, acortando los tiempos de maniobras, reduciendo emisiones contaminantes y obteniendo economías energéticas. Además, permite que barcos de mayor capacidad puedan entrar a la Bahía de San Juan”, explicó el gobernador.
A su vez, añadió que, “desde mis tiempos como comisionado residente en Washington, abogué incansablemente ante el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos para que este proyecto fuera una realidad y en el 2014 logramos la asignación de $800,000 para realizar estudios e inspecciones de la profundidad actual de la Bahía que sirvieron para determinar el alcance del dragado. Luego de su autorización congresional, en enero pasado se asignaron los fondos bajo la Ley de Infraestructura Bipartidista. La Autoridad de Puertos trabajó intensamente con el Cuerpo de Ingenieros para lograr suscribir el Memorando de Entendimiento que hizo viable esta importante obra de dragado, limpieza, profundización y ensanchamiento de los canales de navegación de nuestra principal bahía en Puerto Rico”.
La inversión de más de $62 millones de dólares se desglosa en $44.6 millones provenientes de la asignación al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos y $17.7 millones provenientes de fondos del Gobierno de Puerto Rico.
Por su parte, Pizá Batiz destacó que la Autoridad aprovechó este proyecto para dragar los muelles de cruceros 1, 2, 3, los muelles Panamericanos I y II; los muelles 11 al 14 en Puerta de Tierra; y los muelles de la zona portuaria de Puerto Nuevo, donde Puerto Rico recibe el 80 porciento de sus importaciones.
“El solo hecho de aumentar la competitividad global del puerto es un valor añadido incalculable a corto y a largo plazo. Esto permitirá la futura entrada de barcos cruceros de mayor tamaño, mejorará el tráfico marítimo con los barcos que trasportan gasolina, diésel, jet fuel y entre otros y fomentará que los cruceros reduzcan el tiempo de sus maniobras de atraque, generándoles un beneficio económico por reducción en costos de transportación”, afirmó Pizá.
Mientras, el coronel Decker expresó que “estamos deseosos por comenzar esta nueva fase en el Proyecto de dragado y profundización de la Bahía Puerto de San Juan junto a la Autoridad de los Puertos como nuestro patrocinador no federal. Nuestro proyecto tendrá como resultado un puerto mejorado que satisfará las demandas modernas de la creciente economía global y local, al tiempo que protegerá los recursos naturales y ambientales vitales de nuestra nación. A tales fines, se otorgó un contrato a Curtin Maritime, quienes utilizarán el buque de última generación DB Avalon, la máquina de dragado más grande y una de las más eficientes de América del Norte. Una vez completados los trabajos en la Bahía de San Juan, las operaciones serán más rápidas y seguras, así como efectivas, lo que ofrecerá beneficios en cascada para las comunidades en Puerto Rico a las que el USACE y el Task Force VIPR se enorgullecen de servir”.
Se anticipa la remoción de unos 2.8 millones de yardas cúbicas del suelo marino y el material proveniente del dragado se depositará a dos millas náuticas de la Isla en el Océano Atlántico. Para esto se realizaron todas las pruebas ambientales y se cumplieron con todas las normativas federales que garantizan que no constituya daños a la zona de depósito.
“Estos esfuerzos forman parte de una estrategia abarcadora de desarrollo económico que busca expandir nuestra capacidad de atraer tráfico marítimo, incluyendo para la industria turística de cruceros. El trabajo en equipo entre la Autoridad de Puertos y el Cuerpo de Ingenieros ha sido clave para lograr este proyecto, incluyendo la asistencia en el diseño y la coordinación con toda la comunidad e industria marítima de la Isla”, concluyó diciendo Pierluisi Urrutia.