Los investigadores de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado anunciaron su pronóstico inicial para la temporada de huracanes en el Atlántico de este año en el que auguran que la misma será extremadamente activa.
El equipo atribuye las temperaturas récord de la superficie del océano Atlántico tropical y subtropical oriental como un factor principal para su predicción de 11 huracanes este año.
Esta es la predicción más alta de huracanes que CSU ha emitido en su pronóstico de abril. El pronóstico de abril más alto previamente fue de nueve huracanes, que ha sido anunciado varias veces desde que la universidad comenzó a emitir pronósticos de abril en 1995.
El equipo de tiempo y clima tropical de CSU predijo 23 tormentas con nombre en el Atlántico durante la temporada que se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre. De estas, los investigadores pronostican que once se convertirán en huracanes y que cinco alcanzarán fuerza de huracán mayor (Saffir/Simpson Categoría 3-4-5) con vientos sostenidos de 111 millas por hora o más.
Cuando las aguas del Atlántico tropical y subtropical oriental y central son mucho más cálidas de lo normal en la primavera, estas tienden a debilitar la alta presión subtropical y los vientos que soplan a través del Atlántico tropical, dijeron los expertos.
“Hay una probabilidad que estas condiciones conduzcan a una continuación de temperaturas del agua muy por encima del promedio en el Atlántico tropical durante el pico de la temporada de huracanes 2024 del Atlántico. Un Atlántico muy cálido favorece una temporada superior al promedio ya que la fuente de combustible de un huracán es el agua cálida del océano”. explicaron.
Explicaron que un Océano Atlántico cálido resulta en una presión atmosférica más baja y una atmósfera más inestable y Aambas condiciones favorecen los huracanes. Actualmente las condiciones del Pacífico tropical se caracterizan por presentar condiciones del fenómeno de El Niño.
El equipo aclaró que el pronóstico de abril históricamente tiene el nivel más bajo de habilidad de los pronósticos de temporada de huracanes debido a los cambios considerables que pueden ocurrir en la atmósfera y el océano entre abril y el pico de la temporada de huracanes en el Atlántico entre agosto y octubre.