SANTIAGO (AP) — Las autoridades informaron el sábado que encontraron a tres policías militarizados (carabineros) muertos en una patrulla incendiada en una zona del sur de Chile, un hecho que fue repudiado por la ciudadanía en medio de una crisis de seguridad en el país sudamericano.
“Se ha producido un atentado extremadamente grave”, señaló la ministra del Interior, Carolina Tohá, tras confirmar el hallazgo de los cuerpos de dos cabos y un sargento calcinados la madrugada del sábado en la zona de Cañete, en la región del Biobío, a más de 400 kilómetros (unas 250 millas) al sur de la capital, Santiago. Ningún grupo se atribuyó de inmediato la autoría de ese hecho.
En la región de la Araucanía y el Biobío rige desde mayo de 2022 un estado de emergencia que permite la presencia de militares para contrarrestar delitos y actos violentos que se han tornado frecuentes en el lugar y suelen tener como objetivos empresas forestales, iglesias y otras instituciones.
Un grupo de personas participó el sábado en una manifestación pidiendo justicia para los policías muertos frente al palacio presidencial de La Moneda en Santiago, la capital del país.
“Con dolor, lamentamos informar a la comunidad y a nuestra familia sobre el horrible asesinato de tres de nuestros” miembros, informó Carabineros a través de la red social X. Dijo que los tres realizaban tareas de patrullaje preventivo en Cañete. En el último mes, otro efectivo de la policía militarizada murió en otro incidente violento.
“En esta fecha tan significativa, una vez más cargamos, con tristeza, el luto por quienes dan la vida por los demás”, afirmó la institución. El sábado se celebra en el país el Día del Carabinero.
El presidente Gabriel Boric decretó tres días de duelo por la muerte de los policías, y en un mensaje advirtió que “no habrá impunidad” y que se perseguirá a los culpables “por cielo, mar y tierra” hasta encontrarlos y llevarlos a la justicia.
“Con profundo dolor” entregamos las condolencias a las familias de los policías “que fueron brutalmente asesinados, en un acto que merece toda la condena y el repudio no solamente del Estado de Chile sino de la sociedad chilena”, dijo Boric, acompañado del presidente del Tribunal Supremo, los representantes de la Cámara de Diputados y del Senado, así como de los directores de la policía de investigaciones y representantes del Ministerio de Defensa.
En declaraciones a la emisora de radio Biobío, el general director de los carabineros, Ricardo Yáñez, ya desplazado a la región donde ocurrieron los hechos, indicó que las primeras investigaciones apuntaban a que el ataque a la patrulla habría sido planificado. Además, instó al resto de los efectivos a seguir trabajando “con la frente en alto”.
“Este ataque va en contra de todo el enorme esfuerzo que se ha hecho” en esta zona “para terminar con la violencia, para encontrar caminos de paz para resolver los problemas”, aseguró la ministra Tohá, agregando que ese ataque “no va a hacernos dar un paso atrás en este esfuerzo”.
La violencia en la región de la Araucanía y el Biobío, a unos 600 kilómetros al sur de la capital chilena, se arrastra desde años. Cerca del 20% de la población de esta región son indígenas de la etnia mapuche que en gran mayoría demandan pacíficamente la restitución de tierras ancestrales, aunque también hay pequeños grupos armados que reivindican atentados incendiarios y armados con el mismo propósito.