Ante avisos de brotes de dengue en el condominio Park View Village, en Canóvanas, Carmen Roxanna Delgado decidió acudir los servicios de prevención del municipio contra la enfermedad arboviral. A pesar de que no ha padecido de dengue, Delgado es paciente de diabetes y cáncer y no quiere comprometer más su salud, tal como le aconsejó su doctora.
“Me preocupa, porque dijeron que había un brote. Me preocupa más por mi hijo (de 35 años) porque a mi hijo le dio el dengue regular y, si le da otro, puede ser el hemorrágico”, contó a Metro Puerto Rico.
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En el complejo de vivienda, ubicado en la comunidad Loíza Valley, detectaron tres casos positivos de dengue, lo que activó el protocolo del municipio, del Departamento de Salud (DS) y la Unidad de Control de Vectores del Fideicomiso de Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico, por la alta proximidad entre residentes.
Mientras que la alcaldesa de Canóvanas, Lornna Soto Villanueva, indicó que hay entre 15 a 20 casos positivos activos en el municipio, el informe semanal del Sistema de Vigilancia de Enfermedades Arbovirales de la División de Epidemiología e Investigación del DS precisa que han habido 46 casos de dengue en lo que va de año.
Las doce comunidades afectadas por los casos de dengue incluyen los barrios San Isidro; Lomas, en el sector Quebrada Prieta; San Isidro, en el sector Villa Hugo; Campo Rico del sector La Vega; y San Isidro en sector Monte Verde. Otras comunidades identificadas son las urbanizaciones Villa Dorada, Jardines de Canóvanas, Loíza Valley, Las Quintas de Altamira, Quintas de Canóvanas, Jardines de Palmarejo y Del Pilar, en el barrio Pueblo.
Algunos de los servicios disponibles que ofrece el municipio, en conjunto con la Unidad de Control de Vectores, para los residentes a través de la unidad médico móvil, que forma parte del programa Canóvanas Saludable, incluyeron la medición de signos vitales y pruebas de sangre. También brindan larvicidas para usar en posibles criaderos de mosquitos, repelentes, entre otros productos que aportan a la prevención.
Soto Villanueva apuntó a los recipientes de agua destapados de residentes (que tienen por inconsistencia del servicio de agua) y vertederos clandestinos como principales focos de infección donde están los mosquitos que cargan la enfermedad, típicamente el Aedes Aegypti. Comentó que multan hasta $1,000 por mantener vertederos ilegales, pero establecieron un período de tiempo para que recojan la basura previo a la interferencia del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), la Policía y el Manejo de Emergencias del municipio de Canóvanas.
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Para atender la epidemia de dengue en Canóvanas, la alcaldesa aseguró contar con un equipo de ‘community health workers’, trabajadores sociales y enfermeros que orientan a las comunidades y atienden los focos de infección. La primera ejecutiva municipal informó que, junto a otros municipios con el programa Community Health Worker Training Program, esperan recibir fondos del Departamento de Salud federal para manejar el dengue, sujeto a la entrega y evaluación de estadísticas que validen la epidemia.
Sobre las estrategias de mitigación, dijo que “el equipo de obras públicas ha trabajado en los riachuelos y ha atendido pozos sépticos, piscinas y patios de casas abandonadas declaradas como estorbos públicos, entre otros”. Entre estos esfuerzos, aclaró que la asperjación se reserva para focos “más malos” para cuidar de otras condiciones de salud de residentes como asma, entre otros problemas respiratorios.
“Reiteramos nuestro llamado a nuestros vecinos para que realicen evaluaciones diarias en sus hogares y eliminen los criaderos de mosquitos”, enfatizó Soto Villanueva. “La ciudadanía debe tener conciencia de lo que está sucediendo”, puntualizó.
Joaquín A. Rosado Lebrón cubre salud para Metro Puerto Rico a través del programa Report for America.
