A medida que el gobierno estadounidense avanza hacia la reclasificación de la marihuana como una droga menos peligrosa, puede haber poco impacto inmediato en la docena de estados que aún no han legalizado el cannabis para uso médico o recreativo generalizado entre adultos.
Pero los defensores de la legalización de la marihuana esperan que un cambio regulatorio federal pueda eventualmente cambiar las opiniones —y los votos— de algunos legisladores estatales que se han mostrado reacios a adoptar la marihuana.
“Es muy común que un legislador estatal me diga: ‘Bueno, tal vez pueda apoyar esto, pero... no voy a votar por algo que es ilegal bajo las leyes federales’”, indicó Matthew Schweich, director ejecutivo del Proyecto de Política de Marihuana, que aboga por la legalización del cannabis.
Aunque una propuesta para reclasificar la marihuana no la hará legal, “es un cambio histórico y significativo a nivel federal que creo que hará que muchos legisladores estatales tengan un poco menos de vacilación a la hora de apoyar un proyecto de ley”, añadió Schweich.
La DEA ha propuesto cambiar la marihuana de una droga de “Lista I”, que incluye heroína y LSD, a una droga de “Lista III”, menos regulada, que incluye ketamina y algunos esteroides anabólicos. Las reglas federales permiten algunos usos médicos de las drogas de la Lista III. Pero el cambio propuesto enfrenta un largo proceso regulatorio, que puede no estar completo hasta después de las elecciones presidenciales.
Mientras tanto, el cambio federal propuesto podría agregar nuevos argumentos para los partidarios de las medidas electorales que buscan legalizar la marihuana. Los votantes de Florida decidirán en noviembre sobre una enmienda constitucional que permita el uso recreativo del cannabis. También podrían realizarse votaciones públicas en varios otros estados, entre ellos Dakota del Sur, donde sus partidarios planean presentar firmas el martes para un tercer intento de legalizar la marihuana recreativa.
Tras dos intentos fallidos anteriores, un grupo de Nebraska está reuniendo firmas para incluir dos medidas en la boleta electoral de este año: Una para legalizar la marihuana medicinal y otra para permitir que empresas privadas la cultiven y vendan.
En Dakota del Norte, el abogado defensor penal Mark Friese es un expolicía que respalda una iniciativa electoral para la legalización de la marihuana. Dijo que la reclasificación federal propuesta podría ayudar enormemente a la campaña de iniciativa de este año. Los votantes de Dakota del Norte rechazaron las medidas de legalización en 2018 y 2022, pero aprobaron la marihuana para uso medicinal en 2016.
“La conclusión es que la medida permitirá una discusión inteligente e informada respecto a una ley sobre el cannabis en lugar de sucumbir a la objeción histórica de que la marihuana es una droga peligrosa como el LSD o la heroína de alquitrán negro”, dijo Friese.
Otros no están tan seguros de que la reclasificación marque la diferencia.
Jackee Winters, presidenta de un grupo en Idaho que respalda una iniciativa electoral para legalizar la marihuana medicinal, dijo que es difícil lograr que los posibles partidarios firmen su petición.
“La gente literalmente tiene miedo de firmar cualquier cosa en Idaho que tenga que ver con la marihuana”, sostuvo. “Tienen miedo de que la policía vaya a su casa”.
El cambio federal propuesto puede tener poco efecto en 24 estados que ya legalizaron la marihuana recreativa para adultos, o en 14 estados adicionales que permiten la marihuana medicinal. Pero los defensores esperan que pueda influir en las opiniones en una docena de otros estados que prohíben por completo el cannabis o tienen acceso limitado a productos con bajos niveles de THC, la sustancia química que droga a la gente.
Georgia ha permitido a los pacientes con ciertas enfermedades y aprobación médica consumir productos de cannabis con bajo contenido de THC desde 2015. Pero hasta el año pasado, no había una forma legal de comprarlos. Actualmente ocho dispensarios venden los productos.
El año pasado, la Junta de Farmacia de Georgia también emitió licencias para productos con bajo contenido de THC a 23 farmacias independientes, pero en noviembre la DEA federal advirtió a las farmacias que dispensar marihuana medicinal violaba la ley federal.
Dawn Randolph, directora ejecutiva de la Asociación de Farmacia de Georgia, subrayó que una reclasificación federal de la marihuana podría abrir el camino para que los farmacéuticos traten los productos de marihuana “como cualquier otro medicamento recetado”.
En otros estados, como Tennessee, los líderes electos siguen dudando en respaldar la marihuana medicinal o recreativa. El presidente del Senado de Tennessee, Randy McNally, un republicano, dijo anteriormente que no apoyará un cambio a la ley estatal hasta que el gobierno federal reclasifique la marihuana.
Pero después de los reportes sobre la reclasificación recomendada por la DEA, McNally todavía se abstuvo de apoyar cualquier impulso para legalizar la marihuana medicinal.
Eliminar la marihuana como droga de la Lista I “sólo iniciaría la conversación en mi mente. No terminaría con esto. Todavía habría muchas cuestiones que resolver si la rebaja a la Lista III se produce como se propone”, dijo el jueves.
Una propuesta para legalizar la marihuana medicinal fracasó en un comité del Senado de Kansas sin un voto este año, y un intento de forzar el debate en el pleno del Senado fracasó por un amplio margen. La oposición más fuerte e influyente provino de los agentes encargados de hacer cumplir la ley, quienes expresaron su preocupación de que cualquier legalización podría invitar al crimen organizado y dificultar la evaluación de si las personas conducen bajo la influencia de una sustancia controlada.
El director del Buró de Investigaciones de Kansas (KBI, por sus siglas en inglés), Tony Mattivi, considera que el esfuerzo de la DEA para reclasificar la marihuana es “equivocado y politizado”, dijo la portavoz del KBI, Melissa Underwood.
El jefe de la policía estatal de Carolina del Sur también se ha opuesto a los esfuerzos por legalizar la marihuana medicinal, diciendo que abre la puerta al consumo de otras drogas. Un proyecto de ley de legalización respaldado por el senador estatal republicano Tom Davis fue aprobado por el Senado este año, pero se ha estancado en una comisión de la Cámara de Representantes.
“Es difícil reconectar a mucha gente que ha sido condicionada a pensar en la marihuana de cierta manera”, comentó Davis, quien prometió impulsar nuevamente un proyecto de ley sobre la marihuana para uso medicinal el próximo año, en caso de ser reelecto.
Aunque no adoptan plenamente la marihuana para uso medicinal, Iowa y Texas tienen leyes que permiten el acceso limitado a algunos productos de cannabis con niveles bajos de THC. Algunas ciudades de Texas han aprobado ordenanzas que permiten pequeñas cantidades de marihuana. Pero un intento similar en Lubbock, sede de Texas Tech University, fue ridiculizado en una publicación en Facebook por el congresista estatal republicano Dustin Burrows como parte de un “esfuerzo nacional de la izquierda para socavar la seguridad pública”.
En Wyoming, una década de esfuerzos a favor de la marihuana a través de iniciativas electorales y legislación no ha llegado a ninguna parte. El gobernador Mark Gordon, republicano, se ha mostrado ambivalente respecto de la legalización de la marihuana medicinal y se opone a la legalización de la marihuana recreativa. La Legislatura liderada por el Partido Republicano ni siquiera debatió el último proyecto de ley para despenalizar la marihuana y legalizar la marihuana medicinal.
Sin embargo, un organizador, que ayudó a los esfuerzos fallidos de petición en 2022 y 2023, espera que la reclasificación federal de la marihuana impulse a más legisladores a apoyar la legalización.
“La resistencia será mucho menos palpable”, dijo el defensor de la legalización Apollo Pazell.