JERUSALÉN (AP) — El ejército de Israel anunció el miércoles la reapertura del paso de Kerem Shalom con Gaza, un puesto clave para la entrada de ayuda humanitaria al sitiado enclave palestino que se había cerrado casi tres días antes luego de que un ataque de Hamás con cohetes mató a cuatro soldados en las inmediaciones.
En la madrugada del martes, una brigada de carros de combate israelíes se hizo con el control del cercano cruce de Rafah, entre la Franja y Egipto, que permanecía cerrado. Reporteros de The Associated Press escucharon explosiones esporádicas y disparos en la zona durante la noche, incluyendo dos grandes explosiones en la madrugada del miércoles.
Rafah ha sido un punto vital para la llegada de humanitaria crucial desde el inicio de la guerra y es el único lugar por el que se puede entrar y salir de Gaza. Israel controla ahora todos los cruces fronterizos de la Franja por primera vez desde la retirada de sus tropas y colonos del territorio hace casi dos décadas.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, al menos 46 pacientes y heridos cuya evacuación por motivos médicos estaba prevista se han quedado varados.
En las últimas semanas, las agencias de Naciones Unidas y los grupos de ayuda humanitaria habían incrementado su actividad luego de que Israel levantó algunas de sus restricciones y abrió un cruce adicional en el norte debido a la presión de Estados Unidos, su principal aliado. Pero los cooperantes sostienen que el cierre de Rafah, el único lugar por el que llega el combustible para los camiones y generadores, podría tener graves repercusiones.
De acuerdo con la ONU, el norte de Gaza está ya en una situación de “hambruna total”.
La operación para capturar el paso fronterizo parecía ser una incursión limitada y no el inicio de la invasión de Rafah que Israel ha estado anticipando. Israel dijo además que ampliará la operación si las conversaciones indirectas en curso con Hamás para alcanzar un alto el fuego y la liberación de los rehenes no logran avances.
La guerra comenzó el 7 de octubre luego de la incursión de Hamás en el sur de Israel, en la que los insurgentes mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a alrededor de 250 como rehenes. Israel afirma que el grupo retiene aún a cerca de un centenar de rehenes, además de los restos mortales de más de 30.
La campaña israelí en la Franja ha desplazado a alrededor del 80% de los 2,3 millones de habitantes del enclave y destruyó departamentos, hospitales, mezquitas y escuelas en varias ciudades. Según las autoridades sanitarias gazatíes, más de 34.500 personas han perdido la vida en los siete meses de conflicto.