ISLAMABAD (AP) — La agencia de alimentos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que las lluvias torrenciales en Afganistán han dejado más de 300 muertos y miles de viviendas destruidas, la mayoría en la provincia norteña Baghlan.
Entre los muertos hay por lo menos 51 niños, según UNICEF, una de varias agencias internacionales que están enviando equipos, medicinas, cobijas y otros suministros. La Organización Mundial de la Salud anunció que envió 7 toneladas de medicinas y botiquines de emergencia.
La agrupación Save the Children dijo que unas 600.000 personas, aproximadamente la mitad de ellas niños, viven en cinco distritos de Baghlan intensamente afectados por las inundaciones. Añadió que había enviado una clínica móvil con especialistas de salud y atención infantil para apoyar a los niños y sus familias.
“Hay vidas y modos de subsistencia que han quedado totalmente arrasados”, dijo Arshad Malik, director en el país de Save the Children. “Las inundaciones arrasaron con aldeas, arrastrando viviendas y llevándose animales de cría. Hay niños que lo perdieron todo. Hay familias que, todavía afectadas por el impacto económico de tres años de sequía, necesitan ayuda urgente”.
Añadió que Afganistán es un país que no está preparado para lidiar con los efectos del cambio climático, como las más densas lluvias estacionales, y que necesita ayuda de la comunidad internacional.
Por lo menos 70 personas murieron en abril a causa de lluvias e inundaciones en el país. Las inundaciones además destruyeron unas 2.000 viviendas, tres mezquitas y cuatro escuelas.