El aspirante a la Cámara de Representantes por acumulación, Jorge Quiles Gordillo, catalogó hoy como “peligroso e irresponsable” cualquier intento de legalizar el uso de vehículos todo terreno, conocidos como four tracks, en las carreteras, tal y como propuso la comisionada residente y la aspirante a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista (PNP), Jenniffer González Colón, durante el día de ayer en Bayamón.
“La Asamblea Legislativa aprobó la prohibición del uso de four tracks en nuestras carreteras en el 2013, tras contar con el voto afirmativo de Jenniffer González al proyecto sustitutivo del P. del S. 86 y 426, y convertido en la Ley 130 de 2013″, añadió.
El aspirante indicó que, por ser vehículos no aptos para carreteras y estar catalogados de esa manera por sus propios fabricantes, ningún seguro médico o de responsabilidad pública ofrece cubierta médica para sus conductores o pasajeros en caso de accidentes.
”Cuando se discutió el proyecto sustitutivo que prohibió el uso de four tracks en nuestras carreteras, el entonces director del Centro Médico, Ernesto Torres, informó a la Asamblea Legislativa que nuestro principal hospital atendía entre 18 y 20 casos semanales, principalmente de menores de edad, accidentados en estos vehículos. Aparte de lo trágico y preocupante de esa cifra, cabe señalar que dichos tratamientos son cubiertos por el estado, o sea, por nuestra ciudadanía, toda vez que, por lo que señalamos anteriormente, los seguros médicos y de responsabilidad no pueden ofrecer cubierta médica en caso de accidentes en four tracks”, sostuvo.
Finalmente, Quiles Gordillo expresó que en Puerto Rico existen facilidades de expertos en este tipo de vehículos todo terreno, con el apoyo de importadores y concesionarios de four tracks, en las cuales se orienta y practica a los dueños de estos en polígonos certificados y, sobre todo, seguros.
”Más allá del cambio inexplicable de posturas de la comisionada residente, preocupa que se ponga la política y la búsqueda de votos por encima de la vida y la seguridad de nuestra gente”, finalizó.
Comisionada promete tablillas para que vehículos todoterreno transiten por las carreteras
La comisionada residente, Jenniffer González Colón, prometió el domingo otorgarle tablillas a los vehículos todoterreno para que transiten por las vías públicas del país.
“Voy a ponerle tabilla a los ´banshee´, a las motoras, a los Can-Am, a todo lo que tenga motor para que puedan transitar por toda la carretera”, expresó la aún comisionada residente en Washington D.C. en su visita al municipio de Bayamón este fin de semana.
Precisamente, la representante popular, Gretchen Hau, está legislando para ponerle más restricciones a esto vehículos en las vías de rodaje. Específicamente, la exsenadora busca que se le impongan restricciones mayores a las personas que realizan acrobacias o maniobras, tales como “wheelies”, “stoppies”, “burnouts” o cualquier actividad similar en las carreteras.
Se trata del Proyecto de la Cámara 2029— que fue aprobado el pasado martes en la Cámara de Representantes— y tiene como finalidad enmendar el artículo 5.06 de la Ley 22 del 2000, que habla sobre las carreras de competencia o regateo, concursos de velocidad y concursos de aceleración.
En entrevista con Metro Puerto Rico, Hau explicó que busca que con la prohibición de las maniobras, hayan multas y consecuencias severas para las personas que incurran en esta práctica. En la actualidad, la llamada “Ley de Tránsito” establece que si un conductor de un vehículo todoterreno comete un “stoppies” o un “burnouts”, se puede tipificar como un delito menos grave por conducir negligentemente. La multa que se les otorga es de $500 a $1,000 dólares. El vehículo no se les confizca, ni se les suspende la licencia.
Lo que la representante propone en la legislación es que sin los conductores de estos vehículos hacen alguna maniobra sin la autorización del DTOP recibirán “una multa automáticamente de $5,000 dólares, se le confisca el vehículo, es un delito menos grave y se le suspende la licencia por seis meses”.
En Puerto Rico existe un movimiento llamado “bike life” donde ciudadanos, principalmente pertenecientes de la generación Z (centennials) y la generación Y (millennials), coordinan las llamadas “corridas”— en ocasiones sin autorización del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP)— y se unen para “chinchorrear” y realizar estas maniobras. Incluso, muchos de ellos comienzan a incrementar sus seguidores en las redes sociales, tienen auspiciadores, participan en videos musicales y conciertos, entre otros.