Luego de las complicaciones en el evento primarista el pasado 2 de junio, se planteó la discusión sobre el conteo de votos manual pero, ¿cuán efectivo sería retomar este proceso?
El excomisionado electoral, Jorge Colberg, aseguró que esta decisión sería un retroceso en “el adelanto que se ha hecho en el proceso electoral”. Además, estableció que existen impedimentos legales que no permitirían paso para implementar el conteo a mano.
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”Desde el 2011, se estableció que el sistema electoral se moviera a un sistema electrónico, por ley. Y además, en los tres planes fiscales que ha aprobado la Junta (de Supervisión Fiscal) sobre la Comisión Electoral de Elecciones (CEE) en el 2019, 2020 y 2022, se establece que la Comisión se tiene que mover a un sistema electrónico no solamente de registro de electores, sino también de control de votos”, informó.
Por tal razón, dijo, que se ordenó el cierre de la Junta de Administración Permanente y un recorte de $8.5 millones en el presupuesto de la CEE en aquel momento.
Asimismo, el también excomisionado electoral, Jorge Dávila, coincidió con Colberg al puntualizar que el planteamiento de contar cada papeleta es irse “en contra de la Ley”, ya que no es lo que impone el Código Electoral.
“Sería plantear un retraso, porque ese conteo papeleta a papeleta, tomaría por lo menos un mes. Y sería retrasar lo que es inevitable […] Me parece que plantear eso le haría daño a la Comisión como institución“, instó.
Por su parte Dávila, sostuvo que un evento eleccionario, ya sea primarista o general, conlleva un escrutinio general para recoger todas las incidencias de la noche del evento. Si identifican inconsistencias y no coincide con el acta de incidencias, “en peor de los casos”, se abre el maletín en cuestión para un recuento.
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Recordó Dávila, además, que en las pasadas elecciones, el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) sugirió la iniciativa.
”Llegaron a entrar el Supremo […] y el Supremo fue contundente, es decir, que lo que correspondía era un escrutinio general, según dispone la ley”, sostuvo.
“Nadie debe tener el miedo de que aún esas deficiencias ponen en peligro la legitimidad de una elección porque siempre la Comisión tiene el mecanismo de revisar. Luego de la Comisión y de los partidos, están los tribunales que han adjudicado controversias, la adjudicación de votos frente a instancias de los tribunales. O sea que hay unas garantía que tiene el electorado, que provee la ley, que provee nuestro sistema legal, que no debe haber dudas de que aún con los errores hay mecanismos de corregir como Dios manda y de hacer respetar la voluntad de los electores“, argumentó Colberg.
Colberg estableció que los partidos de minoría no tendrían la capacidad de estar físicamente en los centros de votación —para conteos manuales—, mientras que los partidos principales sí tendrían esta ventaja y ”levantaría un problema de justicia y de equidad”.
“Yo creo que no tenemos que llegar a ese extremo. Yo creo que existe la tecnología, existe las medidas correctivas que hay que tomarse. Yo creo que lo que está haciendo la Presidenta de la Comisión de hacer una auditoría y de reclamar, inicialmente, acciones a la empresa Dominion (Voting Systems) es el curso de acción correcto”, opinó Colberg.
Asimismo, consideró que la CEE y Dominion ”deben Tener la disponibilidad de sentarse y corregir las deficiencias y hacer las pruebas” requeridas. A su vez, recomendó que cada partido tenga asesoría profesional externa de manejos técnicos.
“Lo que ocurrió el domingo jamás se compara con lo que ocurrió en las primarias del 2020, y nadie planteó contar papeleta a papeleta. Así que me parece que el argumento se está trayendo a la luz pública a base de que alguien está tratando de impugnar el proceso y plantear que se abran los maletines y que se haga un recuento papeleta a papeleta. La ley es bien clara, para que haya un recuento tiene que haber una diferencia de menos de 100 votos o menos del medio por ciento. Si ninguno de esos dos parámetros se configura, lo que manda el Código Electoral es un escrutinio general, no es un recuento papeleta a papeleta“, concluyó Dávila.