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Comerciantes del sur luchan contra las secuelas de los apagones

A pesar de que el servicio eléctrico se restableció temporalmente, las secuelas económicas aún resuenan entre los empresarios.

Para el propietario del negocio coameño de jugos naturales Bule-Bar Fruti-Mix, Fernando Luis Álvarez, la inestabilidad del suministro eléctrico en el sur es como “un calvario”.

Álvarez, cuyo único sustento proviene de esta pequeña compañía familiar que administra con su esposa Helen Soto, contó que, desde que ocurrió la avería en el transformador de Santa Isabel en la madrugada del 2 de junio, vio cómo las pérdidas se acumulaban debido a la falta de energía.

Sus jugos naturales, así como su materia prima, requieren refrigeración las 24 horas del día, los siete días de la semana.

“He podido mantenerlo con uno de esos generadores chiquitos inverter de mi casa. Con eso he podido mantener algo, pero las pérdidas han sido terribles porque solamente he producido como 10 % o un 15 % de lo que puedo hacer semanalmente”, detalló el comerciante.

Aunque una serie de gestiones realizadas por LUMA Energy durante el fin de semana restablecieron temporalmente el servicio eléctrico en la zona, las fluctuaciones en el suministro de electricidad persisten.

Como Álvarez, hay otros pequeños comerciantes en los municipios afectados por la inestabilidad eléctrica –Coamo, Santa Isabel y Aibonito– que sufrieron un fuerte impacto económico, e incluso, algunos están al borde de cerrar sus operaciones debido a la errática situación.

Ese es el caso de Juan Carlos Cruz, propietario de la primera cervecería de Coamo: Zurc Craft Beer.

La cerveza artesanal fue lanzada desde el pueblo sureño en 2017, pero Cruz indicó que, a partir de la entrada de LUMA Energy a la operación del sistema de transmisión y distribución eléctrico del archipiélago, los problemas de voltaje y las constantes interrupciones eléctricas lo obligaron a mudar su manufactura a San Juan.

Con el cambio, el negociante —quien aseguró que los problemas energéticos en Coamo no son nuevos— se vio obligado a modificar su producción de cerveza de barril a enlatada para asegurar la continuidad de su negocio.

“¿Con qué infraestructura se puede mantener una planta de fabricación allí (en Coamo) si no se tienen los servicios públicos para abastecerla? El impacto en la industria que deben tener allí otras empresas que no tienen plantas de generación, esos son negocios que no sobreviven”, expresó Cruz.

“Lo que pido es que el gobierno se asegure de que haya un administrador competente manejando lo que se supone es un servicio básico para la población de Puerto Rico. Los ciudadanos están aquí. No sólo los empresarios. Necesitamos un servicio básico. Agua, luz. Y no lo tenemos”, exigió.

Otra empresa, en Coamo, afectada por los apagones es EmproSur, una planta procesadora de alimentos, cuyo director de finanzas, Neris Rodríguez, explicó que para cumplir con los pedidos y órdenes de compra tuvieron que recurrir al alquiler de un generador por un costo de $13,000.

Dicha compañía suministra una variedad de productos alimenticios, incluyendo hamburguesas, nuggets, pechugas y otros alimentos a importantes cadenas de restaurantes y supermercados.

El miércoles por la mañana, mientras Rodríguez detallaba, vía llamada telefónica, la situación en el sur, ocurrió otra interrupción eléctrica.

“Ahora mismo se fue la luz. Ahora sí, tenemos que activar el generador que ya tenemos, ver qué líneas están corriendo, porque si teníamos todas las líneas funcionando, pues ahora hay que suspender una de las líneas; porque el generador nuevo todavía estamos instalándolo”, dijo el ejecutivo.

También, el comerciante Edgardo Vitali informó que la empresa con sede en Coamo, M&R Plastic and Metal Industry Corp., dedicada a la fabricación de piezas de metal utilizadas en equipos eléctricos, se vio afectada.

Desde que ocurrió el apagón inicial, hace poco menos de dos semanas, la fábrica solamente operó por turnos de cuatro horas, en vez de ocho. Cuando hay interrupciones, como cortes de energía eléctrica, las máquinas se detienen abruptamente, lo que puede causar daños en las herramientas y en otros componentes.

“No se pudo producir. Nos afectamos todos en el área”, lamentó Vitali.

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