La congresista demócrata Nydia Velázquez solicitó a la secretaria del Departamento de Energía Federal (DOE, por sus siglas en inglés), Jennifer Granholm, que incluya a Puerto Rico en la “Calculadora de Estimación de Costos de Interrupción” (ICE, por sus siglas en inglés).
La herramienta federal permitiría calcular la duración y la frecuencia de los apagones. Además, el impacto económico de cada corte de energía en los clientes (residencial, comercial e industrial).
“Está muy claro que la falta de un servicio eléctrico confiable crea y exacerba vulnerabilidades en diferentes sectores de la población. Mientras los operadores privados no logran obtener resultados, el costo físico, emocional y económico para los consumidores aumenta. Como mínimo, cada consumidor debería ser compensado adecuadamente por las pérdidas económicas que ha experimentado debido a los apagones. Además, debe haber una mayor transparencia en cuanto al alcance de los daños causados por las interrupciones del servicio por parte de los operadores privados”, lee parte de la carta.
“Existe una clara oportunidad para que el DOE profundice su compromiso de lograr justicia y confiabilidad energética en la Isla. Hay vidas en juego y los residentes esperan urgentemente el apoyo federal para recuperarse de esta crisis energética. Los puertorriqueños han sufrido una significativa negligencia gubernamental en los últimos años. Es hora de revertir este patrón y tomar medidas decisivas para reclamar a los responsables de brindar un servicio eléctrico de calidad”, añade.
En la noche del miércoles se registró un apagón que dejó sin el servicio de electricidad a más de 300 mil clientes. El suceso ocurrió en medio de los apagones que han afectado a los residentes de la zona sur de la isla desde las pasadas semanas.
El presidente de LUMA Energy, empresa encargada de la transmisión y distribución del servicio eléctrico en la isla, adjudicó el apagón de la noche del miércoles a problemas con vegetación que afectaron a las líneas eléctricas.
Según Saca, por culpa de la gran cantidad de vegetación que existe en la isla, el sistema ha tenido constantes fallas. En la noche del miércoles, este fue el problema en una de las líneas que se “autoprotegió” y dejó a miles sin servicio. El ejecutivo, indicó que el despeje de la vegetación en la isla podría tomar alrededor de 3 años.
Del mismo modo, aseguró que la avería comenzó a eso de las 9:30 de la noche del miércoles y ya a eso de las 2 de la mañana del jueves se había restablecido el servicio a la mayoría de los clientes.
“Nuestro equipo respondió rápido; tan pronto se reportó la interrupción, asumimos una postura de emergencia, activamos nuestra Estructura de Comando de Incidentes, coordinamos de cerca con los operadores de generación y movilizamos brigadas adicionales para ayudar a inspeccionar las líneas en busca de averías y agilizar la restauración”, dijo Juan Saca, presidente y CEO de LUMA.
“Aunque trabajamos de manera segura y rápida durante la noche para restablecer el servicio a la mayoría de nuestros clientes en aproximadamente cinco horas, en un sistema normal y más moderno, como el que estamos construyendo, esta falla no habría contribuido a una interrupción tan grande”, declaró Saca en expresiones escritas.
Del mismo modo, Saca aseguró que se está trabajando con la obligación de fondos para proyectos que se trabaje con la infraestructura.