DENVER (AP) — El agresor que mató a cinco personas y lesionó a otras 19 en un club nocturno de Colorado Springs se declaró culpable el martes de 50 cargos federales de delito de odio.
Anderson Lee Aldrich, de 24 años de edad, ya está cumpliendo su condena de cadena perpetua luego de declararse culpable de cargos estatales en el tiroteo de 2022. Los fiscales federales se han enfocado en demostrar que el ataque en el Club Q —un santuario para las personas de la comunidad LGBTQ+ en la ciudad de mayoría conservadora— fue premeditado y estuvo motivado por prejuicio.
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Aldrich se declaró culpable en virtud de un acuerdo con la fiscalía que le permite evitar la pena de muerte y, en su lugar, ser condenado a más cadenas perpetuas múltiples por los delitos de odio más un total de 190 años por los cargos de posesión de armas y otros cargos. Aldrich declinó posteriormente hablar ante el tribunal.
Los abogados defensores en el caso estatal habían rechazado el odio como motivación, argumentando que Aldrich estaba drogado con cocaína y medicamentos en ese momento. En llamadas telefónicas desde la cárcel con The Associated Press el año pasado, Aldrich no respondió directamente cuando se le preguntó si el ataque fue motivado por el odio, diciendo sólo que eso es “completamente fuera de base”, y finalmente optó por no impugnar los cargos estatales de crimen de odio, que es poco menos que admitir la culpabilidad.
“La admisión de que se trata de delitos motivados por el odio es importante para el gobierno y para la comunidad del Club Q”, declaró la fiscal Alison Connaughty.
El Club Q era algo más que un bar, dijo Connaughty.
“Es un lugar de reunión especial para cualquiera que necesitara una comunidad y para cualquiera que necesitara ese lugar seguro”, comentó. “Conocimos a gente que decía ‘este local me salvó la vida y pude volver a sentirme normal’”.
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El abogado defensor David Kraut dijo el martes que no hay una explicación singular de por qué Aldrich llevó a cabo el tiroteo, pero mencionó el trauma infantil, una madre a veces abusiva, el extremismo en línea, el consumo de drogas y el acceso a las armas como factores que “se combinaron para aumentar el riesgo de que Anderson se involucrara en la violencia extrema.”
La jueza federal Charlotte Sweeney, la primera jueza federal abiertamente gay de Colorado, estaba escuchando el testimonio de las víctimas antes de decidir si aceptaba el acuerdo de condena.