CARACAS (AP) — Las autoridades electorales de Venezuela realizan el domingo un simulacro en el que probarán el sistema de votación y los electores tendrán la oportunidad de familiarizarse con la boleta electrónica en la que el presidente Nicolás Maduro, que aspira ser reelecto para un tercer mandato de seis años, ocupa un lugar privilegiado como contempla la ley electoral.
En el simulacro “puede participar todo el que quiera”, dijo Elvis Amoroso, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) a la prensa. El CNE, que publicó en mayo la boleta electoral con las fotos, nombres y signos de los partidos que apoyan a los diez candidatos presidenciales, anunció que las 3.006 mesas dispuestas para el simulacro están en su totalidad operativas.
En total más de 21,3 millones de venezolanos están habilitados para votar en los comicios del 28 de julio. El ganador gobernará durante el sexenio 2025-2031. Las mesas del simulacro representan el 10% del total de 30.026 mesas dispuestas en los 15.797 centros de votación para los próximos comicios.
Pese a que se trata de un simulacro, no deja de estar presente la inquietud de los electores, la oposición y organizaciones civiles sobre el diseño de la boleta de votación.
“No quiero equivocarme el 28 de julio”, afirmó Carmen Acosta, una ama de casa de 56 años, sin mencionar sus preferencias. El sistema es sencillo, pero “hay que ser cuidadoso para no equivocarnos”, advirtió.
Algunos temen que tendrán dificultad en ubicar en la boleta al candidato de su preferencia --distinto a Maduro-- en particular al diplomático Edmundo González Urrutia, el candidato de la llamada Plataforma Unitaria Democrática, la principal coalición opositora de Venezuela.
La imagen del mandatario se repite 13 veces, una junto a la otra en los tres primeros renglones, mientras que las de la oposición guardan varias de ellas similitud en los colores y símbolos que en el pasado distinguieron a sus más feroces críticos.
Entre los partidos que respaldan a Maduro destaca el Partido Comunista de Venezuela (PCV), intervenido por el Tribunal Supremo de Justicia en agosto del año pasado. Además del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, el mandatario cuenta con el respaldo de otras 11 fuerzas, incluida la decena de miembros de la coalición de partidos de izquierda denominada Gran Polo Patriótico.
El Tribunal Supremo de Justicia, que según los críticos es controlado por el oficialismo, suspendió la cúpula del PCV, el más antiguo del país y que en años recientes se sumó a los críticos de Maduro. El Tribunal designó a su vez a una junta directiva interventora que está en manos de disidentes que han sido vinculados con el gobierno.
Los líderes históricos del partido Comunista, entre ellos el otrora secretario general del Comité Central Óscar Figuera, anunciaron su respaldo a la candidatura de Enrique Márquez, del partido Centrados, un exlegislador cercano al principal bloque opositor.
El Tribunal Supremo ha tomado en años recientes decisiones similares contra los cuatro mayores partidos opositores del país —Acción Democrática (AD), Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular y el socialcristiano Copei—, además de otras pequeñas organizaciones opositoras que se han dividido luego de que algunas facciones terminaron aliadas al gobierno. Esas organizaciones participarán en los comicios del 28 de julio, pero sus actuales directivos rompieron vínculos con sus antiguos líderes.
González Urrutia, de 74 años, en tanto, emergió en abril como el principal contrincante de Maduro luego de que fue bloqueada la candidatura de la lideresa opositora María Corina Machado, ganadora por más 92% de los votos de las primarias de octubre. Machado fue inhabilitada para ejercer cargos públicos por 15 años justo después de anunciar su intención de participar en las primarias.
González Urrutia fue inscrito originalmente como candidato provisional a la espera de que Machado lograse revertir su inhabilitación, pero esa posibilidad fue truncada por el Tribunal Supremo. La postulación de su primera alternativa también fue bloqueada por razones aún desconocidas.
Machado ha seguido recorriendo el país para promover la candidatura del exdiplomático.
En la boleta electoral también resaltan varios disidentes de la oposición, que se han erigido como enconados rivales de sus antiguos líderes. A la cabeza de partidos intervenidos judicialmente están Luis Eduardo Martínez (AD y Copei, otros cuatro partidos) y José Brito (PJ y tres partidos más).
El abogado Antonio Ecarri cuenta con el apoyo de tres partidos, incluido Avanzada Progresista, cuya directiva electa encabezada fue desconocida por la autoridad electoral.
Las posibilidades de victoria de Martínez, Brito y Ecarri son remotas, al igual que los otros cinco candidatos restantes: el exlegislador Márquez, el pastor evangélico Javier Bertucci, el exalcalde de Caracas Claudio Fermín, el ex preso político Daniel Ceballos y el comediante Benjamín Rausseo. Con excepción de Rausseo (2%), los otros suman 1% o menos en las distintas encuestas de intención de voto.