La carrera por la presidencia de Estados Unidos continúa avanzando y uno de sus capítulos más polémicos, hasta ahora, se presentó el pasado 27 de junio cuando se realizó el primer debate entre los aspirantes demócrata, Joe Biden, y el republicano, Donald Trump.
Durante el debate, el presidente Biden, quien busca la reelección, generó aún más preocupaciones de las que ya había sobre su edad y su posible incapacidad para gobernar, según el consenso entre analistas y expertos. Desde ese día, cada vez hay más voces que consideran que debe ser reemplazado, algo que sería un hecho sin precedentes.
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Entre los medios que han pedido a Biden poner freno a su candidatura, destacan The New York Times, The New Yorker, The Economist, Chicago Tribune y The Atlanta Journal-Constitution, aunque también lo hicieron implícitamente The Washington Post y The Wall Street Journal.
Del otro lado, Trump expuso con contundencia sus argumentos, pero estuvieron acompañados de algunas declaraciones exageradas e incluso imprecisas. De hecho, apenas terminaba el debate cuando la cadena de noticias CNN ya publicaba un artículo sobre 30 mentiras del expresidente durante el debate.
Mientras que a Joe Biden se le percibía divagando en ciertos momentos, Donald Trump defendía su candidatura a un segundo mandato con poca resistencia, discrepando de su rival sobre temas como migración, aborto, cambio climático, inflación y asuntos exteriores.
Expertos destacan que pese a estas polémicas actuaciones de los aspirantes presidenciales de Estados Unidos en el debate, la elección en ese país es de suma importancia para el mundo entero por el poder y la trascendencia que tiene ese país en todo el planeta.
“Estamos ante unas elecciones muy cerradas, en un entorno global con más de 10 conflictos armados, aunque la gente solamente piensa en las guerras entre Rusia y Ucrania y entre israelíes y palestinos. Gane quien gane, la política de Estados Unidos afecta a todo el planeta y sus elecciones siempre capturan la atención mundial. Las de 2024 no serán la excepción”, explicó a Metro World News Anabel Ortega, internacionalista y politóloga mexicana.
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En efecto, señala que si bien la presidencia de Joe Biden ha sido cuestionable en diferentes aspectos y momentos, y que el presidente goza de una baja popularidad, “ha sido cauteloso y ha mostrado una visión madura al tomar decisiones difíciles, algo que no siempre se vio con Donald Trump, quien es más estridente y disruptivo, y quien enfrenta juicios y problemas legales que no le impedirán seguir en la contienda presidencial”.
Así mismo, Anabel Ortega considera que Joe Biden se enfrenta más a problemas de salud que a problemas de edad, aunque no es algo a lo que se tenga acceso. Y es que, enfatiza, son lapsos y episodios muy notorios desde hace tiempo. Sin embargo, advierte que es un tema de interés para los estadounidenses conocer el estado de salud de sus candidatos.
Sobre el primer debate presidencial, la también exfuncionaria percibe que fue algo arriesgado el realizarlo demasiado pronto en comparación con otras elecciones, “como si se tuviera la intención de medir el sentir de la gente y la entereza de ambos candidatos, en todos los sentidos”, expresó.
Para concluir, la especialista comenta que habrá que prestar atención a las voces que piden a Biden reconsiderar su candidatura. Si bien ninguno de los dos candidatos ha recibido la nominación oficial por parte de sus partidos, destaca lo inusual de estos pronunciamientos en contra de Biden y que incluso ya se hable de posibles sucesores. “Todo es posible, aunque sería riesgoso, complicado y sin precedentes”, puntualizó.
3 preguntas para Kenneth Smith:
Ex-Jefe de Negociación del TMEC (2017-2018)
¿Con qué te quedas después del primer debate entre Joe Biden y Donald Trump?
—Definitivamente, el primer debate sorprendió a todos por el pobre desempeño de Joe Bien. Los demócratas esperaban esta oportunidad para refutar y callar las críticas y los argumentos de Donald Trump, y fue al revés. Biden se veía nervioso; titubeaba y olvidaba las cosas. Todo esto ha causado furor entre los demócratas. Incluso hay analistas que ven la posibilidad de cambiar de candidato.
Biden se dice listo y no renunciará a la candidatura a menos de que lo convenzan, pero no hay un consenso ni un mecanismo para hacerlo. Hay quienes dicen que sería arriesgado tratar de bajarlo a estas alturas, tratar de generar simpatía entre los votantes con tan poco tiempo. Y hay incertidumbre sobre si un remplazo podría vencer a Trump.
Una victoria de Trump afectaría mucho las relaciones con México y con el resto de los países de América Latina, en muchos aspectos: migración, narcotráfico, seguridad, economía… Su discurso de polarización es preocupante, tratando de crear un ambiente de miedo al decir que Estados Unidos está siendo invadido y que México y América Latina están vaciando cárceles e instituciones de salud mental y enviando al peor tipo de gente a dicho país.
En cuanto a las encuestas, ¿qué tan cercanas a la realidad las percibes?
—Hasta ahora anticipan una elección muy cerrada. Ninguna encuesta da más de 3 o 4 puntos porcentuales a ninguno de los candidatos. Es decir, estamos ante un empate técnico, ya que en cualquier elección hay márgenes de error dentro de ese rango. Nadie puede cantar victoria por ahora.
Por otra parte, hay que recordar que en Estados Unidos no se elige a un presidente con base en el voto popular. Es algo que decide el Colegio Electoral, donde el peso de cada estado es diferente. Habitualmente la victoria se produce de manera simultánea en el voto popular y en el Colegio Electoral. Sin embargo, se han dado excepciones recientes, en las elecciones de los años 2000 y 2016, cuando George W. Bush y Donald Trump se convirtieron en presidentes sin haber ganado el voto popular, por encima de Al Gore y Hillary Clinton.
Pocos estados definieron las últimas cuatro elecciones, entre ellos los llamados Swing States, estados que se columpian entre un estado o el otro, a diferencia de estados que habitualmente votan por los demócratas o por los republicanos. Algunos estados, por muy grandes que sean y por muchos votos que tengan en el Colegio Electoral, son muy predecibles. Pero los Swing States suman suficientes votos electorales para afectar el resultado de las elecciones. En unos está arriba Biden, en otros Trump. Yo creo que ahí es donde se definirá esta elección.
¿Consideras que es un sistema anticuado en pleno 2024?
—Desde hace mucho tiempo, se ha venido dando un debate respecto a un sistema que se creó hace más de dos siglos, un sistema que trataba de no darle un poder excesivo a los estados o a las regiones de mayor población. Se concibió para darle más y más peso a estados del centro y del oeste, y a estados pequeños y con poca población.
Sin embargo, un sistema que se ha utilizado y que ha funcionado durante tanto tiempo no se cambia de la noche a la mañana. Es un país de 350 millones de habitantes, donde el Colegio Electoral define la presidencia, tienen más peso los votos electorales que el voto popular de cientos de millones de personas, y hay estados con pocos votos electorales que pueden cambiar el rumbo de las elecciones y definir al ganador.