El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, utilizó una conferencia de prensa el jueves para presentar una enérgica defensa de sus políticas externas e internas, y desestimó cualquier duda sobre su capacidad para mantenerse en el cargo otros cuatro años.
“No estoy en esto por mi legado. Estoy en esto para completar el trabajo”, afirmó.
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Al arranque de la conferencia cometió una notable pifia en una referencia a la vicepresidenta Kamala Harris. Pero durante una hora, se mantuvo en buena medida a flote ante los intensos cuestionamientos, rechazando cualquier insinuación de que va en declive, que ya no es capaz de estar al frente del país o que es demasiado viejo para un segundo mandato.
Se desconoce si su desempeño fue suficiente para cambiar la dinámica actual, en la que un número cada vez mayor de legisladores, donantes y celebridades demócratas piden que se retire de la contienda presidencial —sin mencionar a la mayoría de los votantes que expresan dudas de que sea apto para el cargo—, mientras Biden se aferra e insiste en que permanecerá en la lucha y que saldrá vencedor en noviembre.
A medida que se prolongan las disputas internas, los demócratas presentan un frente cada vez más dividido en contra del republicano Donald Trump.
Aun así, mientras daba por finalizada su conferencia de prensa, el presidente de 81 años seguía enfrentándose a los llamados para abandonar la contienda. En un comunicado dado a conocer poco después de que bajó del escenario, el representante Jim Himes, el demócrata de mayor rango en la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo que Biden debería ponerle fin a su candidatura, tomando en cuenta “su notable legado en la historia estadounidense”. Otros 15 representantes demócratas le han pedido que abra paso a un nuevo aspirante.
Biden dijo que estaba dispuesto a realizarse una nueva evaluación neurológica antes de las elecciones, pero sólo si los doctores se lo recomendaban. Su más reciente examen fue en enero, y los resultados se dieron a conocer en febrero.
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La primera persona en hacerle una pregunta a Biden durante la conferencia de prensa le cuestionó sobre el apoyo que ha perdido entre muchos de sus colegas demócratas y sindicalistas, y preguntó sobre la vicepresidenta Harris. En un principio, el mandatario se mostró desafiante y dijo: “El UAW me respaldó, pero continúa”, usando las iniciales en inglés del Sindicato de Trabajadores Automotrices. Pero luego confundió a Harris con Trump, cuando declaró: “No habría elegido a la vicepresidenta Trump para ser vicepresidenta si ella no fuera capaz”.
Trump dio a conocer su opinión en vivo mientras se llevaba a cabo la conferencia de prensa, y publicó en su red social un video del presidente diciendo: “vicepresidenta Trump”.
Trump añadió sarcásticamente: “Buen trabajo, Joe”.
Pese a ello, la mayor parte de la conferencia de prensa reveló al clásico Biden: Respuestas largas a preguntas sobre política exterior y anécdotas ya desgastadas. Usó el teleprompter para sus declaraciones iniciales sobre la OTAN, las cuales se prolongaron durante unos ocho minutos. Luego se apagó el teleprompter y respondió a una gran variedad de preguntas de unos 10 reporteros, quienes lo cuestionaron sobre su agudeza mental, sus políticas externas e internas y, principalmente, sobre el futuro de su campaña.
“Creo que soy el más calificado para gobernar y pienso que soy el más calificado para ganar”, dijo Biden, añadiendo que permanecerá en la contienda hasta que su equipo le diga que no hay forma de que salga victorioso.
“Nadie ha dicho eso”, subrayó. “Ninguna encuesta dice eso”.
Biden ha justificado su desempeño en el debate del 27 de junio como una mala noche después de un extenuante mes de viajes al extranjero. Desde entonces ha tenido más apariciones públicas, hablando con los votantes y respondiendo a preguntas de los reporteros. Incluso se ve mucho menos pálido que hace dos semanas.
“Estoy decidido a competir, pero creo que es importante que disipe los miedos, que me vean allá afuera”, señaló.