SANÁ, Yemen (AP) — El ejército israelí informó el sábado que impactó varios objetivos hutíes en el oeste de Yemen tras un ataque mortal con drones perpetrado por el grupo rebelde en Tel Aviv el día anterior.
La ofensiva israelí parecía ser la primera en territorio yemení desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás en octubre, y amenazaba con abrir un nuevo frente en la región en la lucha de Israel contra los grupos ligados a Irán.
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Varios “objetivos militares” fueron alcanzados en la ciudad portuaria occidental de Hodeidah, un bastión hutí, indicó el ejército israelí, añadiendo que su ataque fue en respuesta a los “cientos de ataques” contra Israel en los últimos meses.
“Los hutíes nos atacaron más de 200 veces. La primera vez que hirieron a un ciudadano israelí, los golpeamos. Y lo haremos en cualquier lugar donde sea necesario”, sostuvo el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, en un comunicado.
El Ministerio de Salud yemení afirmó que 80 personas resultaron heridas en un balance preliminar de los ataques en Hodeidah, la mayoría de ellas con quemaduras graves.
El ejército israelí aclaró que llevó a cabo los ataques por su cuenta y “nuestros amigos fueron puestos al día”. Un oficial del ejército israelí no especificó cuántos lugares fueron atacados, pero dijo a los periodistas que el puerto es el principal punto de entrada de armas iraníes. La fuente no dijo si era el primer ataque de Israel en Yemen.
El vocero hutí Mohammed Abdulsalam escribió en la red social X que Yemen fue objeto de una “flagrante agresión israelí” que tuvo como objetivo instalaciones de almacenamiento de combustible y la central eléctrica de la provincia. Dijo que los ataques tienen como objetivo “aumentar el sufrimiento del pueblo y presionar a Yemen para que deje de apoyar a Gaza”. Abdulsalam afirmó que los ataques sólo harán que el pueblo de Yemen y sus fuerzas armadas estén más decididos a apoyar a Gaza. Mohamed Ali al-Houthi, del Consejo Político Supremo de Yemen, escribió en X que “habrá ataques impactantes”.
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Un medio de comunicación controlado por los rebeldes hutíes en Yemen, Al-Masirah TV, reportó que los ataques contra las instalaciones de almacenamiento de petróleo y gasóleo en el puerto y contra la compañía eléctrica local causaron muertos y heridos, pero no dio más detalles. Se produjo un gran incendio en el puerto y se generalizaron los cortes de electricidad.
Las autoridades médicas yemeníes afirmaron que los ataques causaron varios muertos y heridos, pero no dieron más detalles.
Un ataque con drones de los rebeldes hutíes mató a una persona en el centro de Tel Aviv e hirió al menos a otras 10 cerca de la embajada de Estados Unidos a primera hora del viernes.
Prácticamente todos los proyectiles disparados desde el país árabe meridional hacia Israel han sido interceptados. Israel explicó que las defensas aéreas detectaron el dron el viernes pero se produjo un “error”. Los expertos han expresado dudas sobre la capacidad de los hutíes para abrumar el sistema de defensa aérea de Israel desde unos 1.600 kilómetros (1.000 millas) de distancia.
“La distancia hace que sea difícil lanzar el tipo de bombardeo necesario para infligir daños importantes”, dijo Fabian Hinz, experto en misiles e investigador en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, un centro de estudios con sede en Londres.
Desde enero, las fuerzas estadounidenses y británicas han estado atacando objetivos en Yemen, en respuesta a los ataques de los hutíes contra la navegación comercial que los rebeldes han descrito como represalias por las acciones de Israel en la guerra de Gaza. Sin embargo, muchos de los buques atacados no están vinculados a Israel.
Hasta ahora, los ataques aéreos de las fuerzas conjuntas han servido de poco para disuadir a la fuerza respaldada por Irán.
Los analistas y los servicios de inteligencia occidentales llevan mucho tiempo acusando a Irán de armar a los hutíes, afirmación que Teherán niega. En los últimos años, las fuerzas navales estadounidenses han interceptado varios barcos repletos de fusiles, granadas propulsadas por cohetes y piezas de misiles en ruta desde Irán hacia las zonas de Yemen controladas por los hutíes.
Los hutíes disponen de misiles balísticos de largo alcance, misiles de crucero más pequeños y “drones suicidas”, todos ellos capaces de alcanzar el sur de Israel, según expertos en armamento. Los hutíes hablan abiertamente de su arsenal, exhibiendo frecuentemente nuevos misiles por las calles de Saná.
También el sábado, al menos 13 personas fueron asesinadas en tres ataques aéreos israelíes que alcanzaron campos de refugiados en el centro de Gaza durante la madrugada, dijeron las autoridades médicas palestinas, mientras las negociaciones en El Cairo para lograr un ato al fuego parecían avanzar.
Entre los muertos en los campos de refugiados de Nuseirat y Bureij había tres niños y una mujer, explicaron los equipos de ambulancias palestinos que trasladaron los cuerpos al cercano hospital Mártires de Al-Aqsa. Reporteros de The Associated Press contaron los 13 cadáveres en el hospital.
Poco antes, un equipo médico logró rescatar con vida al bebé de una mujer palestina en avanzado estado de gestación que fue matada en un ataque aéreo que alcanzó su casa en Nuseirat el jueves por la noche.
Ola al-Kurd, de 25 años, fue asesinada junto a otras seis personas en la explosión, pero fue trasladada rápidamente al hospital de Al-Awda, en el norte de Gaza, con la esperanza de salvar a su hijo no nato. Horas más tarde, los médicos informaron a la AP que había nacido el niño.
El recién nacido, aún sin nombre, se encuentra estable pero sufrió falta de oxígeno y ha sido ingresado en una incubadora, indicó el doctor Khalil Dajran el viernes.
El marido y un pariente de al-Kurd sobrevivieron al ataque de ayer, mientras que todos los demás murieron”, declaró el sábado a AP Majid al-Kurd, primo de la mujer fallecida. “El bebé goza de buena salud, según los médicos”, añadió.
La guerra en Gaza, que comenzó tras la incursión de Hamás en el sur de Israel el 7 octubre, ha matado a más de 38.900 palestinos, según el Ministerio de Salud del sitiado enclave costero, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes. El conflicto ha provocado una catástrofe humanitaria en la Franja, desplazando a la mayoría de sus 2,3 millones de habitantes y causando una hambruna generalizada.
En su ataque de octubre, los insurgentes palestinos mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a otras 250 como rehenes. Alrededor de 120 siguen cautivas y se cree que un tercio de ellas habrían muerto, según las autoridades israelíes.
En el territorio ocupado de Cisjordania, el Ministerio de Salud palestino informó que un hombre de 20 años fue matado a tiros por las fuerzas israelíes a última hora del viernes. Comentando el tiroteo, el ejército israelí dijo que sus fuerzas abrieron fuego contra un grupo de palestinos que lanzaban piedras contra las tropas israelíes en la ciudad de Beit Ummar.
Un testigo presencial declaró que Ibrahim Zaqeq no estaba implicado directamente en los enfrentamientos y se encontraba cerca.
Zaqeq “sólo los miró y le dispararon en la cabeza”, dijo Thare Abu Hashem.
El sábado, Hamás identificó a Zaqeq como uno de sus miembros.
La violencia se ha recrudecido en el territorio desde que comenzó la guerra de Gaza. Al menos 577 palestinos fueron asesinados en Cisjordania por las fuerzas israelíes desde entonces, según el Ministerio de Salud, con sede en Ramala, que lleva un registro de las muertes de palestinos.
En El Cairo, los mediadores internacionales, entre ellos Estados Unidos, siguen presionando a Israel y Hamás para alcanzar un acuerdo gradual que frene los combates y libere a unos 120 rehenes en Gaza.
El viernes, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que un acuerdo de alto al fuego entre Hamás e Israel que liberará a los rehenes israelíes cautivos por el grupo en Gaza está “cerca de la recta final”, pero añadió que “sabemos que todo lo que está en la recta final siempre es lo más difícil”.
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Jeffery reportó desde Ramala, Cisjordania.