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Preocupa a los expertos el arribo de La Niña

El fenómeno oceánico se caracteriza por el enfriamiento de las aguas superficiales de la parte central y oriental del Océano Pacífico

Para entender este suceso, es necesario señalar que La Niña es una parte del fenómeno conocido como El Niño Oscilación del Sur (ENOS), “un ciclo oceánico-atmosférico que se desarrolla en aguas del Océano Pacífico tropical”, de acuerdo con el Sistema Meteorológico Nacional de México.

La primera parte del ciclo, El Niño, trae temperaturas de la superficie del mar más cálidas que el promedio, afectando el clima en gran parte del mundo. Las aguas del Océano Pacífico oriental pueden estar hasta 4 grados Celsius más cálidas de lo normal. Ocurre cada dos a siete años en intensidad variable.

En contraste, La Niña suele producir patrones meteorológicos opuestos a los de El Niño, trayendo consigo condiciones más frías que el promedio en el Océano Pacífico oriental tropical, además de cambios meteorológicos que facilitan la formación de tormentas.

Los huracanes o ciclones tropicales necesitan varios factores atmosféricos para formarse, incluyendo bajos niveles de cizalladura del viento — vientos de nivel superior que pueden desgarrar las tormentas o impedir que se formen. En ese sentido, la cizalladura del viento en el Océano Atlántico suele disminuir durante La Niña, propiciando la formación de más tormentas, su fortalecimiento y su posible impacto en tierra.

Una mirada a El Niño y La Niña:

  • El Niño y La Niña están relacionados: son las fases opuestas de lo que se conoce como El Niño Oscilación del Sur (ENOS). No pueden ocurrir de manera simultánea. Además, hay años en que ninguno de los dos ocurre.
  • Inicialmente, El Niño fue bautizado por pescadores sudamericanos durante el siglo XVII, quienes notaron que había agua más cálida cerca de la costa de vez en cuando, usualmente cerca de Navidad. El suceso recibió el nombre de El Niño, ya que el Niño Jesús llega en Navidad. La Niña fue identificada y bautizada muchos años después — ya que el fenómeno es lo opuesto a El Niño.
  • Según el Instituto Nacional de Meteorología y Estadística de Brasil (INMET), La Niña es un fenómeno oceánico caracterizado por el enfriamiento de las aguas superficiales de la parte central y oriental del Océano Pacífico ecuatorial y por cambios en la circulación atmosférica tropical. El suceso repercute en los regímenes de temperatura y precipitaciones en diversas partes del mundo.
  • Fue en febrero que los meteorólogos emitieron una alerta sobre La Niña, señalando que las condiciones son favorables para que el fenómeno se forme durante la segunda mitad de 2024. Hay un 55% de probabilidades de que La Niña se desarrolle entre julio y agosto y un 77% de probabilidades de que sea entre septiembre y noviembre.
  • Las temperaturas del Océano Pacífico oriental tropical se enfrían con La Niña, por lo que esa parte del mundo se seca. El cinturón de calor y lluvia se desplaza hacia el otro lado del mar, lo que significa que Australia, Indonesia y el sureste de Asia son más húmedos y cálidos de lo habitual.
  • En América Central, es muy probable esperar condiciones más húmedas de lo normal, principalmente sobre las zonas costeras del Mar Caribe. En América del Sur, podrían darse condiciones más secas y más frescas de lo normal sobre Ecuador y Perú, secas y calurosas en Chile central, y más húmedas en Guyana y el noreste de Brasil.
  • Los episodios de La Niña tienden a establecerse durante más tiempo que El Niño, persistiendo entre nueve meses y dos años.
  • La Niña tiene una larga historia de influencia en el clima. Su primer registro oficial data de 1892-1893. En 2022-2023, tras producirse en el Océano Pacífico por tercer año consecutivo (2020-2021, y 2021-2022), según datos de la Organización Meteorológica Mundial, el fenómeno dio paso a El Niño (2023-2024), periodo durante el cual las temperaturas globales alcanzaron máximos históricos.
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