La Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, en inglés) multó por $3.1 millones a la carbonera Applied Energy Systems Puerto Rico (AES) por no monitorear ni informar adecuadamente emisiones de mercurio, lo que violenta la Ley Federal de Aire Limpio. Tampoco velaron por las emisiones de materia particulada y ácido clorhídrico de acuerdo con los estándares federales.
La investigación de la EPA y las conversaciones con la cogeneradora revelaron múltiples presuntas violaciones a los Estándares de Mercurio y Tóxicos del Aire (MATS, en inglés) de la agencia por falta de operación adecuada de un sistema de monitoreo continuo de mercurio. En 2022, AES superó el límite de emisión de mercurio en marzo y en abril, por lo que la agencia federal emitió una notificación de violación a la ley estatal de Control de la Contaminación Atmosférica, los MATS y los permisos.
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AES no cumplió con los requisitos de calibración, instalación, mantenimiento e informes establecidos en los estándares, no sometió informes semestrales y violó otras disposiciones de informes contenidas en los permisos de aire de la instalación, según un comunicado de la agencia federal ambiental.
Ante los hallazgos, la EPA finalizó un acuerdo que exige que AES opere dos monitores, que fueron recientemente instalados, y pague la multa por las violaciones en sus instalaciones en Guayama. La compañía también deberá publicar sus informes de cumplimiento con MATS y su plan de monitoreo específico de la instalación en su página pública para aumentar la transparencia con el público.
La administradora regional, Lisa F. García, dijo que el acuerdo es “específico de la Ley Federal de Aire Limpio, pero la EPA continúa evaluando el cumplimiento de esta instalación con otras leyes ambientales”.
AES produce aproximadamente una cuarta parte de la energía de Puerto Rico a través de su central eléctrica alimentada por carbón en Guayama. El contrato de la planta con el Gobierno de Puerto Rico exige el cierre de la planta de energía para diciembre de 2027. Cualquier unidad de combustión alimentada con combustibles fósiles que supere los 25 megavatios y que produzca electricidad para la venta debe cumplir con los MATS, que incluyen límites específicos de emisión y operación.
Las centrales eléctricas se encuentran entre las mayores fuentes nacionales de emisiones de mercurio y otros contaminantes tóxicos del aire como arsénico, cromo, cobalto, níquel, plomo, cloruro de hidrógeno, berilio y cadmio. La exposición a estos contaminantes peligrosos en el aire, en ciertos niveles y duraciones, se asocia con una variedad de efectos adversos para la salud, que pueden incluir irritación de los pulmones y la piel, efectos perjudiciales en el sistema nervioso central, daño a los riñones y cáncer.