El doctor Rafael Pichardo negó que le haya inyectado al confinado Hermes Avila Vázquez un medicamento para adormecer sus extremidades inferiores y simular condiciones de salud que no padecía en los exámenes y estudios en el Fondo del Seguro del Estado (FSE), ni para ningún otro propósito.
La negación consta en una declaración jurada del galeno, quien además tronó contra el presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Puerto Rico, Carlos Díaz, quien dijo que la denuncia del convicto asesino debía investigarse.
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“Es muy doloroso que mi reputación, que es testimonio de mi compromiso con el bienestar de mis pacientes y con los más altos estándares éticos de la profesión, se vea manchada por el propio presidente del Colegio Médico, quien debería defendernos”, expresó Pichardo en declaraciones escritas. El médico, con 55 años de práctica, ya se encuentra retirado, pero trabajó en el sistema de salud correccional.
“Es vergonzoso y lamentable que el Colegio de Médicos, representado por su presidente, esté dispuesto a dar credibilidad a las acusaciones de un recluso con un historial de comportamientos mentirosos y manipuladores. Los comentarios de Ávila son claramente un intento desesperado por desviar la atención de su propia conducta y carecen de fundamentos creíbles”, añadió Pichardo. El octogenario cirujano también expresó: “Las declaraciones del convicto asesino, apoyadas por el presidente del Colegio de Médicos, denotan un desconocimiento profundo de ambos sobre los procedimientos de aplicar una anestesia epidural, como reclama el confinado”.
Las alegaciones de Ávila Vázquez surgieron de un informe en poder del Senado sobre una entrevista que se realizó al convicto como parte de las investigaciones sobre cómo obtuvo el beneficio de la Ley 25 para salir a la libre comunidad por condiciones médicas terminales o inhabilitantes. Una vez fuera, el asesino convicto volvió a cometer un feminicidio cuya víctima en esta ocasión fue Ivette Joan Meléndez Vega. Esta semana, Ávila fue sentenciado a 102 años de cárcel por este feminicidio. Antes de ser liberado por el privilegio de la Ley 25, Ávila Vázquez cumplía otra sentencia de 122 años por asesinato en primer grado, secuestro, agresión sexual y violación a la Ley de Armas. Ahora, el reo pide protección para cumplir prisión por lo que le resta de vida.
Sobre la alegación que hizo de que fue asistido por médicos para salir de la cárcel, el doctor Pichardo dijo que no pide nada a Ávila Vázquez, pero sí al presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Puerto Rico. “Al presidente del Colegio Médico le insto a que cese en su intento de hacerse eco de esta difamación y que respete la honorabilidad y la dignidad de un profesional que ha dedicado toda su vida a salvar y mejorar la vida de otros”, concluyó Pichardo.
El doctor Díaz dijo a la prensa que debía investigarse la alegación de Ávila Vázquez y que de resultar cierta debía caer todo el peso de la ley sobre los médicos involucrados.
La investigación del Senado continua y la familia de la víctima del segundo feminicidio se prepara para demandar al gobierno de Puerto Rico por la negligencia que dejó en libertad a Ávila Vázquez.