La directora ejecutiva del Sistema Hospital San Juan Capestrano, la Lcda. Marta Rivera Plaza, hizo un llamado a los profesionales de la Salud Mental de Puerto Rico para que discutan más sobre el “Síndrome de Desgaste”, lo cual está presente en todas las áreas de trabajo, primordialmente en la industria de la salud.
“No hay duda que los profesionales de la salud mental son los más afectados cuando se habla sobre el Síndrome de Desgaste. Sin embargo, los terapistas, el personal de enfermería y hasta los cuidadores de pacientes, ya sea en hogares propios o centros de cuido, presentan también síntomas del Síndrome de Desgaste. Para nosotros, Sistema Hospital San Juan Capestrano es muy importante que se desarrollen talleres para discutir mediante educación continua este tema, buscando el bienestar de la comunidad de manera que se puedan prevenir (evitar) complicaciones mayores que desarrolla el “stress” del trabajo intenso en los profesionales que atienden a los pacientes y personas con problemas de salud mental en el país”, señaló Rivera Plaza mediante declaraciones escritas.
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Como parte de la campaña de concientización, se desarrolló un taller educativo para discutir el tema sobre el Síndrome de Desgaste en las facilidades de la Clínica Parcial en Hatillo del Hospital San Juan Capestrano.
Se informó que el mismo estuvo dirigido por la Dra. Nathalie M. Rivera Morales, conocida psiquiatra certificada por la Junta Americana de Psiquiatría y Neurología con una sub especialidad en consultoría y enlace, donde participó un amplio grupo de profesionales de la salud, trabajadores sociales, educadores y otros interesados en comprender mejor este fenómeno ocupacional.
“En este taller, exploramos el tema del Síndrome de Desgaste en todos sus ángulos, se abordaron los problemas más comunes que afectan el desempeño de las personas que trabajan en el área de la salud mental en Puerto Rico. Se discutió la forma y manera de cómo identificar los síntomas del Síndrome, las diversas formas en que se presenta en los profesionales de la industria de la salud. Entendemos que esto es un problema muy común que afecta el desempeño de las personas en sus trabajos. Estudios comprueban que si no se identifican a tiempo los estresores esto podría desarrollar condiciones de salud mental como depresiones severas, condiciones de ansiedad severa y hasta ideas suicidas”, destacó Rivera Morales.
“Las personas que son afectadas por el Síndrome presentan síntomas de irritabilidad en el área de trabajo, un aumento de consumo de sustancias, siendo el más común el uso indiscriminado del alcohol y sentimientos tales como que no son suficientes y no dan abasto a las tareas asignadas por muy pocas que sean. Aunque se identifica el Síndrome mayormente en personal que trabaja en la salud es necesario aclarar que el mismo afecta también a los estudiantes, profesores y personal que está a cargo de un familiar o trabaja en un centro de cuido”, añadió.
La experta en psiquiatría de enlace y consulta, ofreció una presentación detallada sobre el Síndrome de Desgaste, el cual ha sido recientemente incluido en el ICD-11* (Clasificación Internacional de Enfermedades) como un fenómeno ocupacional, aunque no como una condición médica.
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Concluyó que la presencia de esta condición es resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no ha sido exitosamente manejado, afectando a una amplia gama de profesionales, especialmente aquellos en el sector de la salud, trabajadores sociales y educadores.
Durante el taller, se discutieron estadísticas alarmantes, como el hecho de que entre el 60% y el 75% de los trabajadores sociales y cuidadores familiares en los Estados Unidos reportan síntomas de “desgaste” en algún momento de sus carreras. Además, la pandemia del COVID-19 ha exacerbado este fenómeno, extendiéndose más allá del ámbito ocupacional.
La iniciativa del taller profundizó en las bases neurobiológicas del síndrome, destacando cómo el estrés crónico puede reconfigurar el cerebro, afectando negativamente la funcionalidad cognitiva y emocional.
“El estrés crónico no solo nos hace más vulnerables a errores y falta de concentración, sino que también puede desencadenar patrones negativos de miedo y desesperanza debido a la sobre activación de la amígdala”, explicó Rivera Morales.
