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“El trauma no tiene tiempo”: el vínculo entre el suicidio y los desastres

El huracán María, la pandemia de COVID-19 y los terremotos del sur fueron “factores precipitantes” que agravaron la salud mental

Decenas de suicidios registrados en Puerto Rico entre 2017 y 2021 están asociados a desastres como el huracán María, la pandemia de COVID-19 y los terremotos del sur.

Datos acumulados de cinco informes anuales del Sistema de Notificación de Muertes Violentas de Puerto Rico (PR-VDRS, en inglés) apuntan a 36 muertes por suicidio, en ese periodo, relacionadas a los desastres.

Los tres meses posteriores al huracán María registraron la mayor actividad de estos fallecimientos, con 16 casos, pero las muertes asociadas a las secuelas del fenómeno continuaron hasta, al menos, 2019.

En 2018, ocurrieron seis casos más y, en 2019, dos adicionales, para un total de 24 suicidios relacionados a María, lo que “sugiere que el desastre tuvo un efecto prolongado en la salud mental de la población”, establece un informe del PR-VDRS, que está adscrito al Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, publicado en 2021.

Entre 2020 y 2021, se asociaron 11 suicidios a la pandemia y sus repercusiones, y uno a los terremotos, para un total de 12 casos.

La gerente de Proyectos de la Comisión para la Prevención del Suicidio del Departamento de Salud de Puerto Rico, doctora María Coss Guzmán, recalcó que los suicidios “no ocurren por una sola causa o una sola razón. Hay una historia, una realidad social, económica y familiar que incide sobre las situaciones de desesperanza y desesperación que presentan las personas que piensan en el suicidio y toman la decisión de quitarse la vida”.

El primer informe del Sistema, publicado en 2020 con datos de 2017, resalta que algunas víctimas, cuya mayoría fueron hombres de alrededor de 61 años en el área de San Juan sin estudios universitarios, perdieron sus pertenencias, no tenían servicio de agua o electricidad, sus negocios se habían ido a bancarrota, se sentían ansiosos por las secuelas o no tenían los recursos para reconstruir sus hogares, a causa del huracán.

“En más de la mitad, no estuvieron presentes los servicios médicos de emergencia”, destaca el documento del 2021.

Según Mario Font Martín, gerente de Proyectos Estadísticos en el PR-VDRS, hay casos en los que los servicios de ambulancia o paramédicos no aparecen por la naturaleza del evento, pero se recopila el dato para cuantificar el costo de atender una muerte violenta.

Coss Guzmán, por su parte, dijo que, cuando llega la Policía a la escena, puede que llame directamente al Instituto de Ciencias Forenses (ICF) para recoger el cuerpo.

La psicóloga clínica aclaró que no hay un estudio epidemiológico que haya investigado o correlacionado los suicidios con los desastres. No obstante, el PR-VDRS, un programa de un sistema nacional coordinado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, sirve como un ente que recopila datos de la Policía y del ICF, que, de acceder, entrevistan a familiares o conocidos al momento del suceso.

“Son circunstancias que tomamos en consideración al momento de reportar los incidentes y, al final, hacemos el análisis y reportamos las estadísticas. No hay un proceso de investigación ni de asumir o conectar información. Lo que recibimos es lo que reportamos”, dijo Font Martín, por lo que hay información que puede que no se recopile.

Perciben más casos de salud mental por desastres

La psicóloga clínica Suilariam Cepeda Fax contó que, tras el paso de María, percibe un aumento en casos de personas, incluidos menores de edad, con síntomas similares al trastorno de estrés postraumático, relacionado a fenómenos naturales.

“Hay chicos que han cogido fobia hasta [de] cómo suena el viento. El hecho de decirles que va a llover prolongadamente causa una reactivación de sintomatología parecido al trauma o estrés postraumático porque el detonante puede ser la lluvia, el viento y los truenos”, expresó.

Coss Guzmán también sostuvo que, en casos de demostrar síntomas de estrés postraumático, no es un “malestar típico”. “Ya estamos hablando de sintomatología que perdura de dos a cuatro semanas luego del desastre. No se da justo después del paso. Tendríamos que mirar meses después”, sostuvo sobre posibles señales de un caso suicida.

“El trauma no tiene tiempo”, resaltó Cepeda Fax. “Si ese evento estuvo bien adverso y hay un trauma, no corre tiempo; es como si hubiese pasado ayer. La reacción de ese síntoma puede venir de síntomas físicos que pueden descontrolarse, entrar en crisis y pensamientos de muerte”, señaló.

La también catedrática de Ponce Health Sciences University mencionó que la señal más común es la verbalización de pensamientos de muerte, especialmente en pacientes diagnosticados con depresión o trastorno de personalidad limítrofe.

Otros indicios comunes de suicidio son sentir que no hay esperanza, sentirse atrapado, hablar de ser una carga, abuso alcohólico, ansiedad, poco o demasiado descanso y hablar de venganza, según la Comisión.

Ante estas manifestaciones, Cepeda Fax dijo que se implementa un protocolo de prevención de suicidio, ajustado a la viabilidad del paciente a acogerse al plan. Además de alertar al contacto de emergencia, la doctora estabiliza emocionalmente al paciente antes de transferirlo al contacto para su hospitalización inmediata en un centro psiquiátrico.

La profesional de la salud mental estimó que, desde 2015, ha notado que activa este protocolo semanalmente.

“Es alarmante porque sabemos que no hay montones de profesionales para atender estas necesidades”, criticó, a la vez que mencionó la escasez de hospitales psiquiátricos disponibles, cercanos y capacitados para atender la creciente demanda de servicios de salud mental. En casos en que no pueda internar un paciente, lo refiere a una sala de emergencias.

Según datos presentados en el Informe Mensual de Suicidios en Puerto Rico: Enero 2024, de la Comisión para la Prevención de Salud, la mayor incidencia de suicidios en Puerto Rico recae en Aibonito y en la isla municipio de Culebra.

Aunque la cifra varía, se desprende del estudio también que, en promedio, el mes de enero lidera el número de casos, que Coss Guzmán atribuyó informalmente a la soledad asociada por la época navideña. También, apuntó a que hay mayor riesgo si una persona vive sola; no recibe tratamiento psicológico; o, en casos de desastre, la ayuda que recibió después de la emergencia disminuye con el tiempo.

Líneas de teléfono para buscar ayuda

Si usted, algún familiar o amigo experimenta pensamientos suicidas, angustia, tristeza u otro sentimiento o adicción que pone en riesgo su vida, se exhorta a que llame de inmediato a la Línea PAS de la Administración de Servicios Mentales Salud y Adicciones (Assmca), a través del 9-8-8, para recibir ayuda o al 1-800-981-0023 (1-888-672-7622 TDD) las 24 horas al día, los siete días de la semana, libre de costo y confidencial.

La Línea PAS de la ASSMCA es una línea especializada en intervención en crisis, con profesionales de la conducta humana, como trabajadores sociales, consejeros y psicólogos, que brindan los servicios de desahogo, orientación y consejería ante situaciones difíciles e inesperadas que podrían afectar el estado emocional del ser humano, enfocados en su estabilidad y recuperación, desde un enfoque psicoeducativo.

Joaquín A. Rosado Lebrón cubre salud para Metro Puerto Rico a través del programa Report for America.

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