Múltiples grupos sindicales realizaron este viernes una marcha y protesta en la que exigieron la salida de LUMA Energy, en el marco del séptimo aniversario del huracán María. La movilización buscó denunciar lo que consideran una mala gestión de la compañía encargada de la transmisión y distribución de electricidad en la isla, así como de Genera PR, responsable del 60 por ciento de la generación de energía.
“Siete años después del huracán María que costó la vida de más de 3,000 personas, destruyó cientos de hogares y obligó a miles de personas a emigrar, no solo no olvidamos, sino que estamos más que convencidos que el desastre es político y urgen acciones contundentes para frenar el colapso del país”, expresó Mercedes Martínez Padilla, portavoz de la Federación de Maestros de Puerto Rico.
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Martínez Padilla añadió que, a siete años del huracán, el sistema eléctrico sigue sin ser confiable y que la privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica ha empeorado la situación, afectando principalmente a la población vulnerable de la isla. “La privatización de los servicios esenciales es un crimen contra el pueblo de Puerto Rico y hoy en día lo estamos viviendo”, subrayó.
Por su parte, Walberto Rolón, portavoz de la UTIER, criticó los contratos firmados con LUMA y GENERA por parte del gobierno, alegando que ambas empresas han sido incapaces de ofrecer un sistema eléctrico estable. “Mostremos nuestro contundente repudio a la privatización de la energía eléctrica y exijamos la construcción de un sistema eléctrico adaptado a las necesidades de nuestro pueblo”, concluyó Rolón.
La marcha partió del Centro de Convenciones Pedro Rosselló en Miramar y culminó frente a las oficinas de LUMA Energy en la Avenida Ponce de León, contando con la participación de múltiples sindicatos y organizaciones.
LUMA reacciona a la manifestación
En respuesta a la manifestación, LUMA Energy expresó su respeto por el derecho de los ciudadanos a manifestarse y aseguran que entienden la frustración del país con el servicio eléctrico, aunque insisten en que no dimitirán al contrato que los pone a cargo de la transmisión y distribución del sistema.
“En LUMA, respetamos el derecho de los ciudadanos a manifestarse y expresarse libremente. Entendemos su frustración y les aseguramos que continuamos firmemente comprometidos con nuestra misión de transformar el sistema eléctrico de Puerto Rico… No habrá distracciones, ni influencias que detengan el trabajo, el progreso y el compromiso de LUMA en construir un mejor Puerto Rico para nuestros 1.5 millones de clientes a través de la isla. Este es nuestro compromiso. LUMA no se quita”, afirmó la empresa en declaraciones escritas.
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