Partes de Cuba y México estaban el lunes bajo avisos de huracán ante las previsiones de que un grupo de tormentas al sur de las Islas Caimán se convirtiera en un fuerte huracán mientras se desplazaba al norte hacia Estados Unidos, según los meteorólogos.
Se esperaba que la perturbación se convirtiera el miércoles en el huracán Helene en su camino hacia la costa del Golfo de México, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés).
“Ciertamente podría ser un huracán de categoría mayor, que es al menos una categoría 3”, dijo Brad Reinhart, especialista del NHC, en entrevista telefónica. “Las personas en la franja noroeste de Florida sin duda deben prestar atención”.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró un estado de emergencia para 41 condados el lunes ante la previsible llegada de la tormenta.
Reinhart indicó que es muy pronto para pronosticar dónde podría tocar tierra. Advirtió que “siempre existe cierta posibilidad” de que el meteoro se fortalezca a categoría 4, pero añadió que no es lo más probable.
Dijo que la perturbación podría convertirse en tormenta tropical para el martes, y que las condiciones de tormenta tropical podrían afectar partes de Florida el miércoles, a medida que se aproxime. Podría llegar a las costas del noreste del Golfo de México como un huracán de categoría 3 o mayor el jueves.
“El pronóstico para los próximos días es que será una intensificación bastante agresiva”, comentó. “La población debe mantenerse alerta”.
Se espera que las temperaturas muy cálidas del mar impulsen la formación de una tormenta tropical, que ganaría fuerza con rapidez hasta convertirse en huracán gracias a condiciones favorables como la humedad ambiental, que fomenta la formación de tormentas eléctricas, y vientos ligeros a una altitud de más de 3.000 metros (10.000 pies), explicó el experto.
El grupo de tormentas estaba unos 185 kilómetros (115 millas) al oeste-suroeste de Gran Caimán el martes por la mañana. Tenía vientos sostenidos máximos de 55 kilómetros por hroa (35 millas por hora) y se desplazaba al noroeste a 9 km/h (6 mph).
Un aviso de huracán estaba en vigor para la provincia cubana de Pinar del Río y el este de México, desde Cabo Catoche hasta Tulum. Un aviso de tormenta tropical estaba en vigor para Gran Caimán; el este de México desde Río Lagartos hasta Tulum, y para las provincias cubanas de Artemisa, Pinar del Río y la Isla de la Juventud. También entró en vigor un aviso de tormenta tropical para Dry Tortugas y los cayos menores, al sur del puente Seven Mile, en Florida.
“Si bien es demasiado pronto para señalar la ubicación exacta y la magnitud de los impactos, la posibilidad de marejadas ciclónicas y vientos huracanados potencialmente letales a lo largo de la costa de la franja noroeste de Florida y la costa occidental de Florida va en aumento”, señaló el NHC en un comunicado.
Se pronostican hasta 20 centímetros (8 pulgadas) de lluvia para el oeste de Cuba y las Islas Caimán, con hasta 30 cm (12 pulgadas) en algunos puntos. En el este de la península de Yucatán podrían caer hasta 10 cm (4 pulgadas) de agua, con totales de más de 15 cm (6 pulgadas) en zonas aisladas.
Según el NHC, también se prevén fuertes lluvias en el sureste de Estados Unidos a partir del miércoles, que amenazan con inundaciones repentinas y desbordes de ríos. El pronóstico contempla hasta 15 cm (6 pulgadas) de lluvias para la región, con 25 cm (10 pulgadas) en algunos puntos.
Algunas zonas de Cuba y México podrían registras marejadas ciclónicas de hasta 1,2 metros (4 pies).
El lunes, las autoridades de las Islas Caimán cerraron las escuelas debido a que los meteorólogos advirtieron de fuertes inundaciones asociadas a la perturbación, que se espera que pase entre Cuba y la península mexicana de Yucatán la noche del martes.
Las Islas Caimán ya estaban experimentando mareas elevadas no relacionadas con el grupo de tormentas, y se prevén olas de hasta 3 m (10 pies), dijo Shamal Clarke, del Servicio Meteorológico de las Islas Caimán.
“Las inundaciones serán un problema para muchos residentes”, advirtió.
Helene será la octava tormenta con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico, que va del 1 de junio al 30 de noviembre.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos ha pronosticado para este año una temporada de huracanes en el Atlántico superior a la media debido a las temperaturas récord de los océanos. Prevé entre 17 y 25 tormentas con nombre, con entre cuatro y siete huracanes de categoría 3 o superior.
